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El Gobierno italiano prepara un plan para frenar la inmigración

El Gobierno italiano prepara un nuevo plan para administrar la llegada de migrantes a Europa, que incluye la autorización para trabajar a aquellos que solicitan asilo y la creación de CIE en cada una de las 20 regiones del país para encerrar a los que deban ser expulsados.

El plan del Gobierno italiano para frenar la llegada de migrantes a Europa, que deberá votarse en el Parlamento, introduce el principio de que el refugiado que pida asilo debe trabajar en labores socialmente útiles a la colectividad mientras espera respuesta a su solicitud y propone crear un CIE en cada una de las 20 regiones del país frente a los cuatro actuales. El proyecto, elaborado por el ministro del Interior, Marco Minniti, tenía que haber sido presentado ayer en el Parlamento, pero fue aplazado por razones de salud.

La intención del Gobierno de Paolo Gentiloni es frenar y administrar el flujo de refugiados que intentan entrar ilegalmente a Europa por Italia. Entre las medidas que el plan contempla figura la de acelerar tanto el proceso de identificación como el de expulsión y repatriación de los considerados «ilegales».

La propuesta ha sido criticada por varios alcaldes, sobre todo del sur, que creen que afectaría al mercado del trabajo en zonas con alto desempleo. Y elogiada por otros, como el de Salento, también en el sur, donde los refugiados a la espera de respuesta realizan labores en escuelas, asilos, cementerios, jardines públicos y lugares que han sufrido recortes de personal.

Ante el éxodo migratorio constante hacia Europa, un drama que divide a los países del viejo continente, Italia propone medidas diferentes para quien huye de guerras y conflictos y quien busca una vida mejor. En este segundo caso, el Gobierno impulsa acuerdos bilaterales para dar ayuda económica a los países de origen que están dispuestos a aceptar a los que sean devueltos.