Lakua presentó ayer dos propuestas con el fin de «mejorar la capacidad de acogida e integración» de las personas refugiadas. La primera consiste en ampliar el sistema ordinario de acogida con un refuerzo comunitario.

En 2015, en el contexto de cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas huyendo de la guerra por el Mediterráneo, Madrid asumió el compromiso de albergar a 17.228 personas mediante reubicaciones (personas solicitantes de asilo procedentes de Grecia e Italia) o reasentamientos (solicitantes de asilo procedentes de fuera de la UE, principalmente de Turquía y Líbano), aunque al final de 2016 han sido solamente 980. En este tiempo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se han creado 307 plazas en las que han sido acogidas 570 personas. De ellas 46 procedían de reubicaciones o reasentamientos. El resto han sido personas de distintos lugares del mundo que han llegado por sus propios medios y han solicitado asilo.

Para impulsar «una colaboración multilateral activa», Lakua plantea cuatro ámbitos de cooperación: con Madrid y las instituciones europeas; con los entes forales y locales; con las entidades homologadas que gestionan programas de acogida del Gobierno español; y con el voluntariado y la sociedad civil organizada.

Solo en 2016 se estima que más de 5.000 personas han muerto en el Mediterráneo. Por ello, Lakua propone poner en marcha una experiencia piloto para desarrollar la vía de los corredores humanitarios, siguiendo la estela de la Comunidad de San Egidio, en Italia, que traslada de manera legal y segura a personas refugiadas.