El periodista y dirigente opositor ruso Vladimir Kara-Murza salió del estado de coma en que se encontraba debido a una «intoxicación aguda con una sustancia indeterminada», según informaron ayer medios locales.

«Salió del coma y comenzó a comunicarse con su esposa. De momento no puede hablar, pero se comunica mediante parpadeos», manifestó el abogado del opositor, Vadim Projorov, citado por el diario digital Lenta-ru.

El letrado Projorov agregó que el paciente ya no necesita hemodiálisis y que se ha restablecido totalmente su función cardíaca, aunque todavía está conectado a un sistema de respiración asistida.

Kara-Murza, de 35 años, correligionario del opositor Boris Nemtsov (muerto a tiros el 27 de febrero de 2015 mientras caminaba cerca del Kremlin en compañía de la modelo ucraniana Anna Duritskaya) y del exiliado multimillonario Mijail Jodorkovski, hace una semana ingresó en estado grave en un hospital de Moscú con síntomas de envenenamiento.

El Comité de Instrucción de Rusia ha abierto una investigación sobre la intoxicación del periodista.

Preocupante antecedente

Según recordó el dirigente opositor Ilia Yashin, los síntomas con que fue hospitalizado Kara-Murza son muy similares a los que presentó en mayo de 2015, cuando el periodista ruso fue ingresado en coma tras ingerir dos medicinas totalmente incompatibles, según explicaron los doctores que le trataron en esa ocasión. Sólo pudieron determinar que en su sangre se habían encontrado restos de metales pesados. El propio afectado, que desde entonces camina con bastón, mantiene que en 2015 fue objeto de un envenenamiento intencionado debido a sus actividades políticas contra el presidente Putin.

Muestras de la sangre de Kara-Murza han sido enviadas al Estado francés y a Israel ante la imposibilidad de averiguar en territorio ruso de qué sustancia se trata. «Los análisis llevados a cabo en Rusia no han dado ningún resultado», aseguraba su esposa Evguenia a AFP.