Carlos GIL
DFERIA

La historia de un compromiso teatral

Una declaración de principios rotunda: solo una actriz de teatro. Mensaje de convicción de una alumna, una actriz, una maestra, una historia viva del teatro uruguayo más actual: Estela Medina, alumna nada menos que de Margarita Xirgu, actriz con un currículum insuperable, una maestra por dar continuidad a sus enseñanzas en la Escuela Municipal de Teatro de Montevideo. Un espectáculo cuyas palabras las ordena de manera eficaz Gabriel Calderón, pero que vienen de una vida entregada al teatro, siguiendo las máximas de La Xirgu que en La Medina tuvo la continuidad der una escuela en el sentido más noble del término.

Escenario con elementos decorativos, una iluminación para remarcar espacios pero que solamente requiere dejarse llevar por ese conjunto de matices, de conceptos, de declaraciones constantes de amor al arte teatral, que es una auténtica gran clase magistral que conmueve por la aparente fragilidad de una venerable mujer cuya vida es estar encima de un escenario. Es una vida comprometida con la verdad escénica, que no es otra verdad que la de hacer de cada suspiro una emoción. Ella es un ejemplo que pone en valor la interpretación que glorifica el arte teatral.