La incendiaria relación que mantienen tanto Donald Trump como los medios de comunicación ha vuelto a reavivarse después de que el primero prendiera la enésima mecha en Twitter dirigida hacia los que considera «medios deshonestos». En su último tuit, el mandatario adjuntó un vídeo con su intervención el pasado sábado en el que afirmó que los ‘fake media’ están intentando silenciarle.

El tuit junto al vídeo fueron publicados horas después de que Trump incluyera un gif manipulado en el que simula una agresión a la cadena de noticias CNN, lo que ha provocado la respuesta de la red, de las organizaciones de defensa de la prensa y de la propia cadena, la cual respondió vía Twitter al presidente, poniendo el foco de manera irónica en el comunicado que desde la Casa Blanca se hizo con anterioridad, afirmando que «Trump nunca ha promovido la violencia, en todo caso al contrario». De manera más extensa y a través de un comunciado, la CNN tildó la conducta de Trump de «infantil» y expresó su malestar afirmando que «el presidente de Estados Unidos alienta la violencia contra los periodistas».

Bruce Brown, director ejecutivo del Comité de Reporteros Pro Libertad de Prensa, se sumó a las críticas y censuró el tuit tras calificarlo como una «amenaza de violencia física contra periodistas».

De igual manera se ha expresado el Comité de Periodistas por la Libertad de Prensa al afirmar que el polémico tuit presidencial «glorifica la violencia física contra miembros de la prensa». La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una entidad que promueve la libertad de prensa en el continente americano, también rechazó los «ataques» de Trump.