Joseba VIVANCO
Athletic

Cada vez hay menos sitio para todos

Kuko da con un equipo estable avalado por sus partidos invicto y en un plantel, de 26 y sin Copa, reconoce que «está difícil entrar hasta en las convocatorias».

Benito Floro sugería que «todos los equipos tienen una media de 23 jugadores profesionales y en el banco sólo pueden estar 7 y ser cambiados solo 3, lo cual es un verdadero desperdicio de dinero y de talento, a la vez que una fuente negativa de tensiones». Kuko Ziganda dispone de 26 jugadores en la primera plantilla, un vestuario más amplio de lo que suele ser habitual y que contrasta con el más limitado que prefería Ernesto Valverde, entre 22-23 futbolistas. No es de extrañar que futbolistas como Kike Sola, Aketxe, Sabin Merino, Vesga, Bóveda, Saborit hasta no hace nada, sin contar al tercer guardameta o el inédito Yeray, se limiten finalizada la primera vuelta de la temporada a una presencia testimonial, al menos en lo que a minutos de juego se refiere, porque los entrenadores suelen aludir también al papel que algunos menos habituales aportan a la hora de hacer grupo o mantener viva la competitividad.

Mikel San José es el último en sumarse a ese ‘pelotón’ de rojiblancos que ni siquiera aparacen como segunda opción para el entrenador. Todo indica que ahora mismo será un comodín en las convocatorias de 18 efectivos alternándose con Vesga, uno de los que ha perdido el protagonismo que tuvo en el irregular inicio de campaña. Observar la cara de circunstancias de Beñat a punto de saltar al césped del Espanyol para jugar los ‘minutos de la basura’ y ni siquiera poder golpear ese último libre directo al borde del área, refleja lo que otros están viviendo o han vivido con su nula o escasa participación.

Oportunidades que, avisó Ziganda hace unos días, cada vez van a ser menos porque eliminados de la Copa los minutos a repartir son oro puro. «Que estemos todos invita a más competitividad y dar más nivel, eso exije más al jugador y es la unica manera de sacar el cien por cien de cada uno. Rico ha visto un hueco, se ha metido y ahora está difícil hasta entrar en convocatoria para algunos que eran titulares», reconoció el entrenador navarro días atrás. «El equipo se está consolidando» y a los demás les «toca esperar», añadió en su reflexión.

Si hoy lo son San José, Beñat, Córdoba o Etxeita, antes lo fueron Iturraspe, Rico, Susaeta o incluso el propio Herrerín. El argentino Marcelo Bielsa sostenía que «la titularidad es una condición de difícil acceso: merece ser respetada cuando se obtiene», entendido como un premio al futbolista que debe consolidarse si así lo ‘amerita’. Si uno se ha ganado la titularidad, no se entendería que el entrenador se dedicara a repartir minutos para mantener contento al vestuario, cuando se trata de mantener los galones a quien se los gana.

La inestable trayectoria rojiblanca de los pasados meses, los vaivenes en el rendimiento dealgunos nombres concretos y las sensibles bajas de hombres como Yeray, De Marcos o Muniain, han convertido los onces en un carrusel de entradas y salidas, que algunos han sabido aprovechar, y el mejor ejemplo es Mikel Rico. Iturraspe también ha consolidado su puesto, mientras otros como Etxeita o Saborit han recibido últimanente halagos de Ziganda como modelos de quien no desperdicia sus ocaciones cuando las tiene.

Más exigencia para ir al límite

El regreso de Beñat, el de un Yeray cuya «incorporación está ayudando a que el resto de compañeros de posición estén dando el nivel que están dando», el de Balenziaga a su carril casi en propiedad, serán esa bendición que todo entrenador quiere tener pero que a la vez implica una mayor mano izquierda para gestionar un plantel cada vez más largo, con un equipo tipo cada vez más definidido sustentado en una racha de ocho partidos invictos y esa Copa que ya no dará la alternativa a otros jugadores. «Lo que está claro es que hay menos partidos este mes de los que quisiéramos y está dificil entrar. Últimamente está habiendo menos cambios. Está difícil jugar y difícil entrar en convocatoria», resumió. «Todos están entrenando bien, pero no hay sitio para todos», concluyó el de Larraintzar.

Un quebradero de cabeza si se ve desde fuera, un plus, en cambio, a juicio de Ziganda, para quien «a la exigencia en la que nos movemos, tenemos que ir al límite», y a ese límite se llega gracias a la competencia interna. «Si no, es imposible competir aquí», defendió.

Sea como fuere, una excesiva plantilla, la recuperación de efectivos importantes como para poner cara la titularidad, el que el técnico haya dado con una alineación en la que como diría Pep Guardiola «los buenos, al campo», hará más difícil gestionar un grupo implicado, solidario, pero con los inevitables egos de todo jugador. Un plantel al que en julio llegarán Ander Capa, Cristian Ganea y el que se da por seguro Dani García. Un overbooking de libro mientras el club no hace gala del consabido dejen salir antes de entrar. «Está claro que hay mucha gente», reconoció el ayer renovado Lekue sobre su posición.

Que pase el siguiente... Iñigo Lekue firma hasta 2023 y 40 de cláusula

Hay cola en el despacho de Josu Urrutia, quien tras prorrogar contratos a Etxeita y Herrerín, ayer hizo lo propio con Lekue (24 años). Liga su trayectoria rojiblanca hasta 2023, con 40 millones de cláusula susceptible de irse hasta los 50. El jugador, feliz y con ganas de hacerlo oficial, espera «devolver en el campo la confianza del club». El siguiente en caer podría ser Williams o Rico, mientras Kepa no sabe no contesta. «Cada día que pasa un día más, mañana 17 y ya veremos», respondió con sorna Lekue. J.V.