Natxo MATXIN
GRUPO E

Brasil quiere olvidar el ridículo como anfitriona

Su estrella, Neymar, no llega en plenitud de forma al estreno, después de ser sometido en febrero a una operación en un dedo de su pie derecho.

Brasil inicia su participación mundialista (20.00) con el sonrojante borrón que padeció hace cuatro años en el horizonte. No parece que vaya a ser fácil olvidar el histórico 1-7 que le infligió Alemania, pero sin duda aliviaría bastante a la afición carioca que sus ídolos volvieran a levantar la áurea Copa del Mundo, algo que no realizan desde 2002.

No será por nombres. El grupo que dirige Tite dispone de un inagotable caudal de juventud y calidad, sometido ahora a un exigente examen que determinará su valía. Neymar, que no llega al cien por cien pero ha dejado sobresalientes pinceladas en los últimos amistosos, lidera este bloque, donde se espera que también sean decisivos Coutinho, Gabriel Jesús –el más joven– y Willian.

Piedra de toque exigente

Una aglomeración de talento que afrontará su primera prueba de fuego frente a una rocosa Suiza, que solo ha perdido un encuentro desde comienzos de 2016 y que se quedó fuera de la última Euroco- pa en la tanda de penaltis. Además, a la escuadra helvética se le da a las mil maravillas los inicios mundialistas. Derrotó a España, a la postre campeona, en el primer partido de Sudáfrica 2010, un dato que se convirtió en histórico. Cuatro años más tarde, cayó en cuartos ante Argentina, a la que hizo sufrir de manera importante, cayendo con un gol agónico.