Nerea GOTI
BILBO

Arrope popular a migrantes ante las carencias en Bilbo

Llegan a Bilbo de paso al norte de Europa tras meses y años de periplo migratorio. Extenuados, enfermos y/o heridos, al no tener recursos se quedan en la calle, antes de poder reiniciar el viaje. Las 40 plazas para dormir con las que ha respondido el Ayuntamiento a través de Cruz Roja no son suficientes, de ahí que la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak haya desplegado una red de apoyo, ayuda, alimento y cama, que las instituciones son incapaces de articular.

La plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, en colaboración con colectivos del movimiento ciudadano de Bilbo, ha desplegado una red de acogida a las personas migrantes que están llegando a la capital vizcaina. A falta de respuesta institucional decidida a una situación de emergencia, con personas que llegan a las calles sin ninguna clase de acogida, en los últimos días han articulado varios puntos en que voluntarios se ocupan de buscar cobijo para que estas personas puedan pernoctar, comunicarse con sus familias, asearse, acceder a ropa y utensilios, así como asistencia médica e información. Tal y como explicaron a GARA, mantuvieron una reunión el lunes con responsables del Ayuntamiento de Bilbo a los que trasladaron varias peticiones para organizar un plan de emergencia, pero de esa mesa la única medida que salió fue la disposición de 40 plazas a través de la Cruz Roja y bonos para comer que no llegan a todas las personas.

Según datos ofrecidos por Ongi Etorri Errefuxiatuak, las cifras son vaiables. La mayoría de las personas que están llegando a Bilbo desde el sur de la península lo hacen de paso hacia el norte de Europa y por diferentes vías, en grupos grandes pero también más pequeños. El pasado jueves unas 80 personas llegaron en autobús a la estación de Termibus. Según explicaron desde Ongi Etorri Errefuxiatuak, nadie les esperaba, muchos de ellos ni siquiera sabían dónde se encontraban, ni tenían medios para establecerse en Bilbo hasta poder reiniciar su viaje al destino fijado.

Al conocer su llegada, integrantes de la plataforma se dirigieron a estos grupos para ofrecerles información y ayuda. A partir de ahí, comenzaron a buscar lugares en los que pudieran pernoctar acompañados de personas voluntarias, proporcionarles medios para poder contactar con sus hogares, sustento, asistencia médica si es el caso, ropa y enseres, después de «periplos» migratorios de hasta tres años en algunos casos.

Txus Elorza, una de las personas voluntarias que acompaña a los migrantes llegados a Bilbo, señaló que los relatos son estremecedores, ya sea por sus travesías en el desierto o en las embarcaciones en las que han llegado a las costas, en condiciones infrahumanas, por lo que resulta habitual que presenten lesiones y enfermedades que necesitan curar. De hecho, explicaron que una de las peticiones que han hecho llegar a las instituciones es la necesidad de «recursos específicos» para mujeres y menores.

En Zabalburu, en la calle Pablo Picasso han habilitado un almacén para recoger alimentos y enseres de primera necesidad. Según indicaron, necesitan especialmente fruta natural y enlatada, frutos secos, sacos de dormir, mochilas, material de aseo, pantalones cortos de tallas pequeñas, calcetines y ropa interior.

Protestas, hoy y mañana

Edorta Alonso, de Ongi Etorri Errefuxiatuak, indicó que la red es amplia, pero siguen demandando ayuda para poder completar turnos con los que ir atendiendo a las necesidades que se presenten. Según resalta, en la mayoría de los casos necesitan unos días para poder reponerse y decidir, pero no tienen recursos. «Llegan aquí y no hay nadie que les reciba ni haga seguimiento de su situación», explicó. Según indicó, esta no es una situación puntual, urge logística y una planificación a largo plazo. Tal y como apuntó, si Bilbo, como manifiestan sus mandatarios locales, es una ciudad de acogida y de valores, esta supone una buena ocasión para poner en práctica las declaraciones que realizaron en su día al recibir a las personas rescatadas de Aquarius.

A juicio de Ongi Etorri Errefuxiatuak, las instituciones deberían estar trabajando ya en un protocolo de acogida, en lugar de aumentar la presencia policial en Termibus, como han observado. A falta de respuesta institucional, han convocado protestas, la primera hoy a partir de las 19.00, en la que llaman a acudir con sacos de dormir al Ayuntamiento. La segunda será mañana, a las 10.30, para rodear el Consistorio en una protesta ruidosa.