Joseba VIVANCO
Athletic

Ni un solo gol desde el banquillo

Los rojiblancos, junto a Valencia y Girona, son los únicos equipos en los que ningún jugador ha marcado saliendo como sustituto.

Una plantilla excesiva a todas luces, un fondo de armario eso sí con perchas suficientes, y sin embargo a Eduardo Berizzo le falta ese jugador revulsivo que salga desde el banquillo y revolucione un partido, algo así como hizo Raúl García cuando el argentino decidió que saltara al césped a vuelta de descanso tras aquella infame primera mitad en Vallecas. Hay un dato significativo: ni un solo jugador de los que ha entrado con el encuentro avanzado ha marcado ni uno de los 13 goles a favor que suman los rojiblancos, algo que solo les ha pasado hasta la fecha a otros dos equipos, Valencia y Girona.

Berizzo ha utilizado 10 equipos distintos en las 12 primeras jornadas de Liga, tras repetir la del Villamarín en el Camp Nou y la del Madrid con la Real. Yuri, que lo ha jugado todo, Williams y De Marcos, un partido menos, son los más utilizados por el argentino. En cambio, Ander Capa, en siete ocasiones, y San José, en seis, son los recambios más habituales para el técnico, en tanto Raúl García, Muniain y Nolaskohan han saltado desde el banquillo en tres ocasiones. Si nos fijamos en los hombres de ataque de los que el ‘Toto’ ha tirado en las segundas partes, observamos que ha recurrido a Aduriz dos veces, las misma que en el caso de Córdoba y Guruzeta, y en una Williams. Pues bien, ninguno de ellos ha logrado marcar para su equipo. Un debe que incide de manera directa en una menor producción goleadora en esos segundos tiempos y, lo peor, en una merma de puntos.

Peor en las segundas partes

Antes de la primera sustitución, excluida aquella por lesión del central Iñigo Martínez en el Camp Nou, la comparativa de goles del Athletic se resuelve con 11 a favor y 9 en contra; después del primer cambio solo 2 a favor por 10 en contra. Esta diferencia abismal de productividad anotadora le ha hecho perder 8 puntos tras esa primera sustitución, dato preocupante.

Si nos fijamos en cómo los tres cambios han influido en la deriva de los partidos del Athletic, vemos, de igual manera, que salvo en el día del debut ante el Leganés, en el que con los tres jugadores de refresco ya sobre el césped se acabó ganando un duelo que iba empatado, las modificaciones de Berizzo no han dado resultado: ante el Huesca el tercer cambio fue en el minuto 83 y en el 86 empataron los oscenses; ante el Villarreal se perdía 0-2, para el 82 el argentino realizó las tres sustituciones y en el 88 cayó el 0-3; ante el Barça el equipo ganaba 0-1, los tres cambios ya estaban para el minuto 78 y en el 84 llegó el gol de la igualada; y, finalmente, en el Wanda, tercer cambio en el 87 y en el 91 llegaba el 3-2.

Números y hechos que cuestionan el peso que los jugadores que salen desde el banquillo están teniendo en el equipo a la hora de incidir en el devdenit de los partidos, culpa de la que el propio Eduardo Berizzo tendrá su propia cuota de responsabilidad –recordemos esos ocho puntos perdidos tras el primer cambio– y que pone sobre la mesa también esa falta de jugadores resolutivos con el encuentro avanzado.