Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Acaba la primera vuelta frente al Khimki y el regreso de Shengelia

Jayson Granger se queda en Gasteiz a cuenta de su tobillo. Los gasteiztarras buscan arrimarse otra vez a las ocho primeras posiciones.

Después de una semana de contrastes en la que desde el seno de Kirolbet Baskonia tuvieron múltiple ración para no dar nada por sentado, el cuadro gasteiztarra se enfrenta al Khimki en Moscú para cerrar la primera vuelta de la Euroliga.

Otrora, vencer en la cancha de Gran Canaria parecía imposible y los baskonistas lo lograron con suficiencia; el Barça llegaba al Buesa Arena acumulando cuatro derrotas europeas consecutivas, pero truncó su mala racha a costa de los de Perasovic; los baskonistas jugaron en Málaga sin Granger ni Shengelia ante un Unicaja invicto en su cancha, y empequeñecieron a los de Luis Casimiro con una rotación de ocho jugadores. Por ende, viajar a la cancha del Khimki con Shengelia de regreso tras haber conocido a su tercer hijo ante un rival que cuenta entre sus bajas a Shved y Gill, en principio sus dos mejores jugadores, no puede ser motivo de exceso de confianza. Visto lo visto la semana pasada, dar por hecho cualquier resultado antes de jugar no es un buen negocio.

Salga bien o mal el partido de esta tarde –arrancará a las 18.00–, Kirolbet Baskonia deberá jugar sin Jayson Granger. Las molestias en su maltrecho tobillo izquierdo han vuelto a la carga y el base uruguayo se ha quedado en Gasteiz para proseguir con su trabajo de rehabilitación, supervisado por el equipo que comanda el prestigioso traumatólogo Mikel Sánchez. Por su parte, Tornike Shengelia jugará, sí, pero deberá hacerlo enmascarado, ya que a raíz de un fuerte golpe contra Singleton en el partido del jueves pasado ante el Barça, se fracturó los huesos propios de la nariz.

Perasovic, desdramatizando

En esta última jornada de la primera vuelta de la Euroliga, Kirolbet Baskonia vuelve a optar a atacar los puestos del Top 8, algo que llegó a rozar la semana pasada aunque acabara cayendo a la décima plaza. En caso de perder, huelga decir que la actual distancia de una victoria respecto al octavo podría verse acrecentada a dos, y con la poco halagüeña perspectiva de arrancar la segunda vuelta en la cancha del líder, el Fenerbahçe de Zeljko Obradovic.

Sea como fuere, Velimir Perasovic hacía un llamado a la calma en la improvisada rueda de prensa de la mañana de ayer en Foronda. El técnico de Split quiso quitarle al baskonismo la manía de dramatizar y llevar al paroxismo cada victoria o derrota, tal y como está sucediendo.

«Parece que cada derrota es un drama y cada victoria es como un alivio, pero aún quedan muchas jornadas como para decir que una derrota es decisiva», sostuvo el preparador croata.

En cualquier caso, Perasovic no dio la espalda al hecho de que «siempre hay presión». Sin embargo, también explicó que en caso de haber ganado ante el Barcelona la pasada jornada, «en este partido también hubiese habido presión». Por ende, el preparador baskonista apuntó que aún «queda toda la segunda vuelta de competición».

Respecto a las lesiones de jugadores como el argentino Patricio Garino y especialmente del charrúa Jayson Granger, el entrenador azulgrana manifestó que «cuando no tienes jugadores importantes, otros jugadores tienen que dar un paso adelante». También agregó que frente a Unicaja sus muchachos demostraron que pueden «jugar bien» a pesar de las ausencias, al tiempo que recalcó que tienen «suficientes jugadores para suplir esas bajas».

Sin Shved ni Anthony Gill, Jordan Mickey es la referencia principal del Khimki

Siempre hay equipos que apuntan más alto de lo que marcan sus posteriores resultados. El caso del Khimki es así; tiene en su seno a Alexei Shved, quizá el mejor talento anotador que quede en Europa; su entrenador es nada menos que Georgios Bartzokas, capaz de ganar una Euroliga con Olympiacos y alcanzar una Final Four con Lokomotiv Kuban; pero el equipo ruso no carbura y languidece en duodécima plaza de la Euroliga con un balance de 5-9.

Y como las desgracias no suelen venir solas, el cuadro moscovita afronta estas jornadas con la ausencia por lesión de sus dos estrellas: el mentado Shved y Anthony Gill. Por ese motivo, los rusos han caído en tres de sus cuatro últimos envites, salvando los muebles por los pelos la semana pasada ante el colista Darussafaka, al que ganaron por 85-84, con dos tiros libres de su nueva referencia, el pívot Jordan Mickey, fruto de una absurda falta de Ray MacCallum.

Con 13 puntos y 5 rebotes de media, Mickey es la referencia principal de Khmki, aunque viejos conocidos como Markovic o Vialtsev también están tomando mayor responsabilidad con la baja de Shved. Asimismo, la cancha del Khimki se le da mal al Baskonia, ya que no se impone allí desde la campaña 2012/13.A.G.