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El repunte se hace evidente en Hegoalde mientras París se prepara para confinarse


Los datos de contagios recabados ayer dan muestra de un deterioro notable de la situación, particularmente acusado en Nafarroa. Hegoalde está iniciando una nueva etapa de crecimiento del número de casos diarios, que no es excepcional en el contexto del Estado español y tampoco en el panorama europeo, donde hay países que están pasando por crisis sanitarias de gravedad, como Italia. En el Estado francés, de hecho, se preparan para un reconfinamiento –más ligero – que durará al menos un mes en la mayoría de los departamentos, entre los que no se ha incluido el que abarca Ipar Euskal Herria.

El dato más elocuente ayer de que el virus se reactiva es el de Nafarroa, que alcanzó los 119 casos. Esta cifra casi duplica los del viernes pasado (68) y supone el segundo pico importante en lo que va de semana, después de los 100 casos que se detectaron el miércoles. Estos resultados rompen con tres semanas de estancamiento, en las que Nafarroa se había colocado en poco más de 400 casos semanales. Lo previsible es que el aumento continúe durante un tiempo, dado que el aumento de los últimos días (como es sabido) se gestó una semana atrás.

Las cifras de la CAV –que parte de una situación epidemiológica peor que la navarra tanto desde un punto de vista de incidencia, como de presión en las UCI– no muestran un deterioro tan acusado. Sin embargo, la evolución a peor también parece incontestable. Ayer se notificaron 466 nuevos contagios, frente a los 410 de la jornada previa. Si se comparan con las cifras de hace siete días, se aprecia un deterioro cercano al centenar de casos en una semana.

Además de una mayor presencia de la cepa inglesa, el empeoramiento apunta a que las restricciones actuales se hacen insuficientes, no solo ya para que la pandemia siga descendiendo, sino también para contener al virus. De no mediar una mayor concienciación ciudadana, por tanto, es probable que la situación aboque a un nuevo periodo de mayor restricción, que llegará en función de cómo de rápido se produzca la multiplicación de casos.

A día de hoy, el ritmo de inmunización actual con vacunas se antoja aún demasiado lento como para atajarse el repunte por esta vía. Más aún, después del parón en las vacunaciones de AstraZeneca, que son las que se dirigen a reducir los contagios diarios, dado que las otras vacunas se destinan a proteger a ancianos y crónicos vulnerables (personas que no pertenecen a colectivos que propaguen mucho el virus).

Por otro lado, la llegada de una climatología menos favorable para la propagación del virus podría ayudar, pero su influencia final resulta a día de hoy imposible de pronosticar.