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PARÍS-LONDRES

Demostraciones de fuerza en Jersey en el conflicto pesquero pos-Brexit

Las autoridades británicas y francesas desplegaron patrullas militares en el canal de la Mancha ante la escalada de tensiones por los derechos de explotación pesquera, demostraciones de fuerza que se sumaron a una protesta de barcos de pescadores que temen perder cuota en el escenario pos-Brexit.

Entre 50 y 60 pesqueros salieron de las costas bretona y normanda hacia esta isla con estatus especial que no forma parte de Reino Unido.

El conflicto deja en evidencia las desconfianzas y debilidades del largo proceso de negociación sobre las condicio- nes para la salida británica de la Unión Europea, y se convirtió en uno de los temas más polémicos de la nueva relación, el acceso de los pescadores europeos a aguas británicas, que sigue provocando fricciones a pesar del acuerdo vigente desde el 1 de enero.

Londres publicó el viernes una lista de 41 barcos franceses, de 344 solicitudes, autorizados a pescar en aguas de Jersey, pero con nuevos requisitos «que no han sido concertados, discutidos ni notificados antes» como parte del acuerdo, según París.

«Reconocemos que la implementación del nuevo acuerdo comercial viene con desafíos», dijo el ministro de Jersey, John le Fondré, tras una reunión entre autoridades de la isla y pescadores, sin más avances que la propuesta de un foro de discusión entre las dos partes.

Los pescadores franceses se colocaron frente al puerto de Saint-Hélier sin intención de entorpecer la navegación subrayando que se trataba un movimiento pacífico. «Se ha hecho una demostración de fuerza. Son los políticos quienes deben asumir el control», señaló Dimitri Rogoff, presidente del comité regional de pesca de Normandía.

Gran Bretaña había enviado dos barcos de su Armada, los patrulleros HMS Severn y Tamar, «para vigilar la situación», que retiró a última hora de la tarde tras la reunión.

A su vez, dos barcos franceses, el patrullero Athos de la Gendarmería marítima y otro de Asuntos Marítimos, Themis, acudieron a la zona para garantizar «la seguridad de la navegación y la protección de la vida humana en el mar».

El primer ministro británico, Boris Johnson, reiteró «su inquebrantable apoyo a Jersey», mientras el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, insistió en «una implementación rápida y completa del Acuerdo. Solo el Acuerdo y todo el Acuerdo». Pero Downing Street insistió en que, según este pacto de relación pos-Brexit, «Jersey tiene derecho a regular la pesca en sus aguas».

La ministra francesa del Mar, Annick Girardin, instó a las autoridades británicas a revocar las nuevas restricciones que acompañaron a los permisos de pesca.

El martes, la ministra había aumentado la presión al afirmar que París estaba dispuesta a recurrir a medidas de represalia, aludiendo a posibles cortes en el suministro de electricidad a través del cable submarino que abastece la isla desde el Estado francés.

El sector pesquero de Jersey, que exporta sobre todo al Estado francés, se ve especialmente afectado por las reglas pos-Brexit, y el presidente de su Asociación de Pescadores, Don Thompson, consideró que sería «extremadamente injusto» que el Gobierno británico capitulara.