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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Nafarroa levanta las restricciones y ensaya la normalidad pospandémica

No es la normalidad, pero es lo más parecido a la normalidad que se va a vivir en Nafarroa en más de un año. El escenario que se abre a partir del viernes, sin restricciones en aforos y horarios, más que un punto y seguido en la lucha contra la pandemia puede ser el inicio del penúltimo capítulo de la crisis sanitaria. El próximo trimestre será clave.


Desde que el Instituto de Salud Pública y Laboral anunció, hace hoy una semana, que había finalizado el periodo de circulación epidémica del covid en Nafarroa, y apuntó que «salvo que aparezcan nuevos factores inesperados» podríamos estar «ante la finalización de la situación pandémica», quien más quien menos esperaba un anuncio como el que hizo ayer María Chivite. Sin embargo, no por esperado es menos importante, pues el levantamiento de todas las restricciones vinculadas a la contención del virus supone abrir un capítulo totalmente nuevo en la respuesta a la crisis.

Así lo expuso la lehendakari en una rueda de prensa convocada a media mañana, en la que compareció junto a la consejera de Salud, Santos Indurain. «Estamos en un escenario distinto, un cambio sustancial del ciclo de la pandemia, sin perder de vista la precaución y conscientes de que vamos a tener que seguir conviviendo con el virus», valoró tras anunciar que a partir del viernes «se acaban las restricciones en lo que tiene que ver con aforos y horarios».

Sí que se mantienen medidas como el uso de la mascarilla en espacios interiores y al aire libre cuando no se pueda mantener la distancia de metro y medio, así como la obligación de aislamiento para las personas que dan positivo, y también siguen siendo de aplicación imperativa los acuerdos que se adopten en el Consejo Interterritorial de Salud, como aquellos relacionados con el deporte profesional y con la educación. Pero las restricciones propiamente dichas decaen con esta nueva orden foral.

El Ejecutivo de Iruñea ha tomado esta decisión alentado por los datos epidemiológicos y asistenciales. Respecto a los primeros, hay que echar la mirada quince meses atrás, hasta el comienzo del verano de 2020, para encontrar una semana con menos contagios que los 144 detectados en los últimos siete días. Con los 25 notificados ayer, la incidencia acumulada se sitúa en 53 casos por cien mil habitantes, y la incidencia semanal en 21. Son cifras muy buenas, que se ven apuntaladas por una positividad que se mantiene en torno al 1% desde hace tiempo.

Por otra parte, los hospitales también están notando la bajada sostenida en el número de contagios, y a fecha de ayer había once personas ingresadas en las UCI y 27 pacientes en planta.

«Un paso muy relevante»

Con estos mimbres, Chivite declaró que «vamos a tener que seguir conviviendo con el virus, como lo hacemos con otros virus, pero tenemos herramientas y tenemos conocimiento; estamos mejor preparados y podemos minimizar el impacto», y sostuvo que con la suspensión de las restricciones «damos un paso adelante muy relevante en el tránsito hacia la normalidad».

A juicio de la lehendakari, «este salto adelante en el abordaje de la pandemia ha sido gracias a la vacunación», y a este respecto puso en valor la actitud de la sociedad navarra, de la que destacó «su solidaridad, generosidad y responsabilidad ante el desafío que la vida nos ha puesto».

Y es que, nueve meses después de que comenzara la campaña de vacunación, el 27 de diciembre, casi nueve de cada diez mayores de 12 años (88,3%) tienen la pauta de vacunación completa en Nafarroa, más de tres cuartas partes de la población total del herrialde (77,7%).

En este contexto, que consideró que está «muy cerca de la normalidad», Chivite hizo mención expresa de la situación del sistema sanitario, y anunció que «se vuelve a la situación anterior, recuperando la atención presencial». En la misma línea, Santos Indurain explicó que se va a proceder a un «progresivo pero decidido retorno a los niveles de atención y actividad presencial previos a la pandemia» en «todos» los niveles de la administración sanitaria, tanto en los centros de salud y hospitales como en el Departamento y el Instituto de Salud Pública y Laboral. Y, en concreto, avanzó que en Atención Primaria, habrá «actividad presencial para aquello que deba ser visto por un profesional sanitario».

«La tendencia es creciente y se está trabajando en la recuperación de la atención presencial, nos estamos acercando al 50%, y antes de fin de año llegará a la situación anterior, que ronda entre un 60-70%», sostuvo.

La consejera dijo que su departamento centrará ahora su actuación relacionada con el covid en la detección, con la vigilancia epidemiológica, la secuenciación de muestras y la identificación de brotes; en la asistencia sanitaria de aquellas personas afectadas por el virus; y en la vacunación, tanto en el proceso de repescas y nuevas citas de personas sin vacunar, como en la administración de las dosis de refuerzo a los nuevos grupos que se puedan articular en la estrategia de vacunación.

Sobre la vuelta a la jornada ordinaria en educación, Chivite se remitió a una nueva valoración de la situación epidemiológica en el mes de diciembre, y dijo que «la posibilidad está encima de la mesa». «Los datos nos acompañan, tendremos más datos en noviembre; vamos a un escenario de más flexibilización, iremos viendo», añadió.

Parece por tanto que este trimestre será clave para saber si la normalidad entrecomillada que empieza el viernes deja paso, ya el año que viene, a una normalidad sin añadidos ni adjetivos.