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FALLO JUDICIAL CONTRA UNA VÍCTIMA DE LA DISPERSIÓN

El TSJPV ordena retirar un mural en recuerdo a Ruben Garate en Otxandio

Ruben Garate, fallecido en accidente cuando regresaba de visitar a un preso en Alcalá Meco, es una de las dieciséis víctimas mortales de la dispersión, una política que se ha aplicado sistemáticamente a los presos y presas vascas y que se denuncia en un mural instalado en Otxandio en recuerdo de su vecino. El TSJPV ha ordenado que se elimine.


Ruben Garate falleció el 13 de febrero del año 2000, un día después de sufrir un accidente cerca de Burgos cuando regresaba de visitar a José Antonio Hernández Velasco en Alcalá Meco. Su rostro, que desde hace años permanece inmutable en una fachada de Otxandio, es un recuerdo constante de las consecuencias más trágicas de la política de dispersión contra los presos y presas vascas, que se ha saldado con 16 muertes en las carreteras, además de decenas de heridos de diversa gravedad.

Precisamente, lo que representa ese rostro, el de “Anselmo”, como también le conocían sus allegados, les resulta insoportable a las instancias judiciales que han ordenado, en una decisión insólita, la retirada del mural de la localidad vizcaina. Y es que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha ratificado recientemente un fallo previo del Juzgado de lo contencioso-administrativo de Bilbo que establece la retirada de la obra en recuerdo de esta víctima de la dispersión carcelaria.

Para denunciar esta actuación, varios vecinos y vecinas de Otxandio asistieron a una rueda de prensa en la que intervinieron el hermano de Ruben, Ibon, el alcalde de la localidad, Egoitz Garmendia, y la representante de Etxerat Patricia Vélez.

«¿Por qué esta persecución?»

«Queremos denunciar la inaceptable persecución policial y judicial que está sufriendo el Ayuntamiento de Otxandio por manifestar que la muerte de Ruben Garate fue fruto de la política de dispersión», expuso el primer edil, quien destacó que desde el Consistorio «queremos reconocer todo el sufrimiento padecido en Otxandio en relación con el conflicto político y también queremos aportar para construir un futuro basado en la convivencia». Frente a ello, lamentó que «la Guardia Civil, y la Delegación del Gobierno nos zancadillean, una y otra vez». «¿Por qué no nos dejan recorrer de forma tranquila y en el camino de la convivencia? ¿Por qué y para qué toda esta persecución?», preguntó el alcalde.

Garmendia valoró que ante actuaciones como las protagonizadas por el Juzgado de Bilbo y el TSJPV, «al Ayuntamiento le corresponde estar a su lado, porque no es justo mantenerse ciego, sordo y mudo ante una parte del sufrimiento». «El Ayuntamiento de Otxandio manifiesta que seguirá reconociendo el dolor de los amigos y familiares de Ruben Garate porque los y las queremos. Difícilmente se puede construir la convivencia de espaldas al dolor de tantos y tantos ciudadanos», apostilló.

El sentimiento de los allegados de Garate lo resumió su hermano: «Doloridos, atacados, menospreciados, ninguneados», expuso. Ibon Garate explicó que en la sentencia «se dice que el mero hecho de mostrar la imagen de mi hermano con un centro penitenciario de fondo y el lema “Para que no vuelva a ocurrir No a la dispersión” puede herir la sensibilidad y generar un agravio a algunas víctimas», cuando es evidente qué víctima es agraviada en este caso. «No es solamente que nos nieguen el reconocimiento de víctimas de la política de dispersión, es que con este tipo de sentencias se nos humilla», lamentó, y explicó que «pedimos reconocimiento oficial, reparación y garantías de no repetición y nos responden con prohibiciones».

Por su parte, Vélez recordó que «el sufrimiento causado por la dispersión está reconocido por la mayoría social, política e institucional», pero añadió que, «más allá de ello, ha llegado el momento de afrontar también el reto que plantean las muertes provocadas, directa e indirectamente, durante los años en que se ha mantenido la política penitenciaria de excepción». «A todas estas personas hay que ofrecerles reconocimiento oficial y reparación», dijo la representante de Etxerat, quien añadió que «el sufrimiento y las muertes que ha provocado la excepcionalidad también deben tener su lugar en el mapa de la memoria, al objeto de seguir construyendo juntos la convivencia futura», para lo cual, apostilló, «se debe avanzar hacia una sociedad sin presos».