Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «La familia perfecta»

El empoderamiento femenino es interclasista

No es nada fácil acometer un segundo largometraje cuando tu ópera prima la has hecho en el cine independiente y el siguiente trabajo es una producción comercial de Atresmedia Cine, y Arantxa Echevarría supera satisfactoriamente la prueba, sin que los dos Goya, uno a Mejor Dirección Novel, ganados con “Carmen y Lola” (2018) pesen a la hora de hacer balance. El otro fue para Carolina Yuste como Mejor Actriz de Reparto, y le sirve a la de Bilbo como talismán para dirigirla de nuevo, ya dentro de un reparto coral totalmente profesional, en el que encaja como un guante al igual que el resto de actrices y de actores, fruto de un muy buen casting. Pero la indiscutible reina de la función es una Belén Rueda que demuestra una vis cómica que nadie había sabido explotar hasta la fecha, y que rompe con sus papeles dramáticos depresivos o de pasiva víctima en thrillers terroríficos.

Cierto es que el papel está hecho a su medida, lo mismo que su elegante vestuario, obra de la malograda Eva Arretxe, a cuya memoria va dedicada la película. Lejos de limitarse a un pase de modelos, en su aburguesado personaje está contenido el verdadero mensaje feminista de “La familia perfecta” (2021). Encarna a una esposa y madre de familia acomodada, que ha de encontrarse a sí misma más allá de su engañosa existencia de señora rica pero dependiente de los convecionalismos sociales. La irrupción de la joven nuera de barrio interpretada por la Yuste le servirá de inspiración para superar los prejuicios clasistas y romper barreras, gracias a la vuelta al trabajo docente para así poder independizarse.

El haber sabido introducir el tema del empoderamiento dentro de una comedia de enredos familiares ya supone un toque de distinción para la película, aunque a la directora todavía le falta estilo narrativo en las transiciones, por culpa de elipsis y saltos bruscos en su afán de acelerar el ritmo humorístico.