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GUERRA EN UCRANIA

Rusia endurece una ofensiva que Kiev asegura resistir

Rusia endurecerá la guerra en Ucrania tras declarar una «ofensiva en todas las direcciones» a la que incorporó a tropas chechenas. Por su parte, el Gobierno ucraniano aseguró haber frenado los planes de Moscú, rechazando los ataques sobre Kiev. Mientras, más de 150.000 personas han huido ya del país.


El desarrollo de la guerra en Ucrania parece confirmar el vaticinio del presidente francés, Emmanuel Macron: «La guerra ha vuelto a Europa y durará». Se refería a las duras consecuencias económicas, pero también al propio conflicto. Pese a los anuncios de tentativas de negociación, Moscú insistió en la determinación de conseguir su objetivo.

El Ministerio ruso de Defensa ordenó al Ejército iniciar una ofensiva «en todas las direcciones« tras acusar a Kiev de negarse a sentar en la mesa de negociaciones con el Kremlin.

El Ministerio aseguró que la víspera se detuvieron las acciones de combate cuando el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, declaró estar dispuesto a debatir la neutralidad de su país con respecto a la OTAN a cambio de unas garantías para Ucrania.

Sin embargo, Kiev asegura que no hubo tal cese de combates y Zelensky rechazó la condición de deponer las armas que exigía Moscú.

El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dejó el viernes claro que el diálogo será solo posible «tras la restauración del orden democrático en Ucrania», su desmilitarización y desnazificación, es decir después de un cambio de Gobierno en Kiev.

A la vez, Turquía, Hungría y Bielorrusia se ofrecían como sedes de unas eventuales negociaciones que parecen lejanas.

Zelensky asegura controlar Kiev y ciudades clave alrededor de la capital, al haber «roto el plan» de Rusia con la resistencia de sus tropas, a la vez que llamó a la población a tomar las armas. El Ministerio del Interior agilizó la distribución de 25.000 armas entre los civiles y animó al lanzamiento de cócteles molotov a los vehículos rusos que transportan combustible.

En la misma línea, EEUU afirmaba que las fuerzas ucranianas habían logrado frenar la ofensiva rusa. El Pentágono aseguró que las fuerzas militares rusas están cada vez más «frustradas» al no lograr el progreso que esperaban.

Los combates más violentos, según el Pentágono, se están dando en torno a Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania con casi 1,5 millones de habitantes, en el noreste del país. No obstante, admitió que la ofensiva avanza en tres ejes: desde Bielorrusia, en el norte; desde la región rusa de Belgorod, en el noreste; y desde Crimea, en el sur. Sobre el avance hacia Kiev, afirmó que ya hay fuerzas de reconocimiento ruso en la capital ucraniana, pero que el grueso militar se encuentra aproximadamente a 30 kilómetros de la ciudad.

Por su parte, el Ministerio ruso de Defensa destacó el avance de las milicias separatistas de Donetsk y Lugansk, que tomaron nuevos pueblos con ayuda del Ejército ruso.

Fuerzas chechenas

Prueba de que Moscú endurecerá su ofensiva fue el anuncio de la participación de efectivos de la temible Guardia Nacional chechena, confirmada por el presidente checheno, Ramzan Kadirov.

A la vez, los aliados occidentales de Kiev reforzaban el rearme de Ucrania. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, anunció la aprobación de 350 millones de dólares adicionales en una nueva asistencia militar; Países Bajos entregará «lo antes posible» 200 misiles antiaéreos Stinger a Kiev; la República Checa enviará «en las próximas horas» armamento por valor de 7,6 millones de euros y Bélgica suministrará 2.000 ametralladoras y 3.800 toneladas de combustible.

Además, Alemania, en una excepción histórica a su prohibición de exportar armas nacionales a zonas de conflicto, aprobó el envío de 1.000 armas antitanque y 500 misiles Stinger a Ucrania.

En el tercer día de la ofensiva el Gobierno ucraniano contabilizaba ya 198 civiles muertos, incluidos tres niños, y 1.115 personas heridas, además de decenas de soldados fallecidos.

A la vez, continúa el éxodo de personas que huyen de la guerra. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) cifró en 150.000 las personas que han huido a países vecinos, como Polonia, Hungría, Moldavia, Eslovaquia y Rumania, un flujo que va en aumento y que Polonia elevaba a 100.000 ucranianos desde el jueves solo en su frontera.

En Kiev seguían intensos combates y el Ejército ucraniano dijo haber destruido una columna de cinco vehículos rusos, incluido un tanque. Un alto edificio residencial fue alcanzado por un ataque con misiles, según las autoridades En la capital, convertida en una ciudad fantasma, se endureció el toque de queda. Cualquiera en la calle entre las 17.00 y las 8.00 será tratado como enemigo, advirtió el alcalde.

El metro, parado, ahora sirve como refugio antiaéreo para los habitantes.

Rusia, por su parte, no mencionó ninguna ofensiva en Kiev,, solo reportó ataques con misiles de crucero a infraestructura militar contra 800 objetivos, avances en el este y en el sur.

La OTAN reiteró que no enviará tropas a Ucrania, aunque autorizó el despliegue de tropas adicionales en Europa, mientras el presidente de EEUU, Joe Biden, defendió la política de sanciones porque la alternativa militar directa contra el Ejército ruso «sería la Tercera Guerra Mundial».

 

Zelensky exige aplicar ya la «opción nuclear» de las sanciones

Con el Ejército ruso dispuesto a continuar la ofensiva hasta la rendición del Gobierno ucraniano, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, exigió excluir ya a Rusia del sistema interbancario SWIFT, el «arma nuclear económica» de las sanciones. Zelensky exigió sobre todo a Berlín y Budapest tener el «coraje de apoyar esta decisión», ante las reticencias no tanto por la afinidad que pueda tener Viktor Orban con Moscú como por las consecuencias impredecibles que supondrá para todas las economías europeas. La UE agotaría una de las mayores bazas para presionar a Moscú pero además tiene una relación comercial con Rusia de 80.000 millones de euros que multiplica por diez la que tiene EEUU, según fuentes comunitarias. Sacar a las entidades rusas de este sistema supondría cortar sus lazos financieros con el exterior al impedirles recibir divisas o realizar transferencias por sus transacciones comerciales. Haría imposible pagar las facturas del gas ruso, del que depende en buena parte el suministro europeo. Por ello, Berlín apoyó «una restricción selectiva y funcional» para evitar «daños colaterales». Otro de los más expuestos es Chipre, el «Moscú en el Mediterráneo» refugio de fortunas de miles de millonarios rusos. Ayer, aseguró que no bloquearía esta exclusión. Igualmente, Hungría y Austria negaron con contundencia estar bloqueando la medida, y también Italia garantizó que la apoyará pese a la exposición de sus bancos a Rusia. Los occidentales ya restringieron el acceso de Rusia a los mercados financieros y la tecnología y ampliaron las sanciones al propio Vladimir Putin y Sergei Lavrov. Moscú, a su vez, cerró su espacio aéreo a aviones procedentes de Bulgaria, República Checa y Polonia como represalia por una medida similar tomada por estos países.GARA