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Polonia encarcela a Pablo González y le acusa de espionaje por informar

En el cuarto día tras su detención en Polonia cuando desarrollaba su labor como periodista cerca de la frontera con Ucrania, las autoridades judiciales polacas confirmaron ayer que el periodista vasco Pablo González se encuentra en prisión provisional.

González está encarcelado en la prisión de Rzeszow, cerca de la frontera con Ucrania, según comunicó el consulado español en Polonia a su abogado, Gonzalo Boye, quien no ha podido hablar con él.

El periodista, colaborador habitual de GARA, NAIZ y de otros medios como ‘Público’ o La Sexta, ha permanecido incomunicado desde que fue detenido el pasado lunes.

Boye detalló ayer que las autoridades polacas le acusan de infringir el apartado 1 del artículo 130 del Código Penal de ese país, referente al desarrollo de «actividades de Inteligencia extranjera contra la República polaca».

González, especializado en Europa del Este, también fue interrogado el 6 de febrero por los servicios de seguridad ucranianos, que le acusaron de «prorruso» y le instaron a abandonar el país, imputaciones que le trasladó el CNI español en una visita a su familia.

En nombre de sus allegados, Oihana Goiriena señaló ayer a ETB que permanecerá en prisión hasta el juicio, previsto para dentro de tres meses, y que la familia tiene miedo por lo que pueda haber ocurrido en estos días de incomunicación. Además, señaló que las autoridades polacas están poniendo muchas trabas.

Su abogado calificó la acusación de «absurda» y señaló que aún no se había confirmado la protección consular. «Si cada periodista que informa de lo que no gusta acaba en prisión, mal vamos», indicó en Radio Euskadi.

Boye confió en que González quede en libertad antes de los tres meses anunciados, aunque dependerá de «los niveles democráticos de interpretación del derecho de Polonia», que sigue siendo Estado de la UE.

Las autoridades ucranianas exigieron un poder notarial que confirme a Boye como abogado del periodista pero, a la vez, lo impidieron con la incomunicación que, para el abogado, no tiene otro objetivo que «quebrar la voluntad» del detenido con fines desconocidos. El abogado pidió a la cónsul española que conceda al periodista vasco «protección diplomática a la mayor brevedad posible» para favorecer su puesta en libertad «con él sano» tras expresar su inquietud por la integridad física de su defendido.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, informó escuetamente en el Congreso de que se le iba a prestar asistencia consular. En la sesión, la diputada de EH Bildu Mertxe Aizpurua exhortó a Sánchez a actuar. «Polonia con su detención le ha impedido continuar, bajo infundadas e inverosímiles acusaciones, su labor informativa sobre la guerra en Ucrania», señaló.

El portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, afirmó que el Ejecutivo se encuentran siguiendo la situación del periodista vasco y en contacto con la familia y con el Ministerio español de Exteriores.

También el Instituto Internacional de la Prensa y Reporteros &dcThree;Sin Fronteras exigieron su libertad inmediata, al igual que el Ayuntamiento de la localidad vizcaina de Nabarniz, de la que González es vecino, que mostró su solidaridad al periodista y a su familia.