El francés David Gaudu (Groupama) se aprovechó de un exceso de confianza de Wout Van Aert (Jumbo Visma), quien alzó los brazos antes de tiempo sobre la línea de meta, para imponerse al sprint en la tercera etapa del Dauphiné disputada entre Saint Paulien y Chastreix Sancy, de 169 km, en la que el belga se consoló recuperando el maillot amarillo.

Van Aert celebró el que hubiese sido su segundo triunfo, pero se le coló hábilmente Gaudu, quien metió la rueda para festejar un triunfo muy sabroso. Sin etapa, pero de nuevo con la prenda dorada en sus espaldas, además del maillot verde por puntos, Van Aert sigue dominando el Dauphiné a sus anchas, aún con más protagonismo de su teórico jefe de filas, el esloveno Primoz Roglic, quien espera la contrarreloj de hoy y las etapas de montaña.

La de ayer fue una etapa de media montaña con 2.700 metros de desnivel idónea para sacar las primeras conclusiones sobre el estado físico de los favoritos, con un final en alto interesante. El desenlace se guardó para los últimos 6 km y no sucedió nada excepcional.

Hasta el ascenso final animó la carrera un grupo de 6 corredores que se marcharon con más ilusión que opciones de éxito. Pero el Total Energies del entonces líder Alexis Vuillermoz se encargó de mantener a raya la fuga y, una vez atrapados, empezó el marcaje entre Jumbo e Ineos, en un pelotón aún numeroso, de unos 30 corredores.

Vingegaard, uno de los hombres fuertes de Roglic, tiró en cabeza para desbrozar el camino tanto a Roglic como a Van Aert. Le salió bien, pero a la hora de remachar le comió la tostada Gaudu.