Alemania e Italia ostentan el honor de ser unas de las selecciones más laureadas en el panorama mundial. El equipo teutón cuenta con cuatro Copas del Mundo y tres Eurocopas, mientras la Azzurri ha ganado el Mundial en otras cuatro ocasiones y ha levantado dos trofeos a nivel europeo.

Esa hegemonía puede quedar en entredicho en los octavos de final de la Eurocopa de Alemania. El anfitrión se mide (21.00 horas) en el Westfalenstadion del Borussia Dortmund con Dinamarca, un conjunto que llega al duelo invicto y que alcanzó las semifinales de la pasada edición. Los herederos de la «dinamita roja» buscarán dar la sorpresa y rememorar el triunfo obtenido en la final de 1992. De forma totalmente inesperada, Dinamarca ganó su primer y único título ante la todopoderosa Alemania, que se sentía imbatible con la reunificación.

Fue una victoria de película para el país vikingo al ser invitados a última hora debido a las sanciones impuestas a Yugoslavia por la guerra en los Balcanes. En la citada final, el delantero Kim Vilfort se convertiría en el héroe nacional al dar el pase para abrir el marcador y anotar el segundo tanto (2-0). El jugador se pasó todo el torneo yendo a visitar al hospital a su hija de siete años, que tenía leucemia, y falleció dos semanas después. En esta ocasión tendrán como capitán del barco vikingo a Eriksen. El danés se ha congraciado con la Eurocopa después de sufrir un paro cardíaco en un partido de la edición de 2021. Recuperado para el máximo nivel, marcó en el primer partido contra Eslovenia y es el faro que guía al equipo con el atacante Hojlund, su compañero de equipo en el United.

Enfrente estará una selección alemana que, de la mano de Nagelsmann, ha ofrecido una buena impresión, aunque tuvo que pelear hasta el descuento para asegurarse el primer puesto de su grupo. El regreso de Kroos haciendo pareja con Gundogan ha catapultado las prestaciones de la nueva generación, que comanda Musiala junto con Wirtz en el frente de ataque.

DERBI TRANSALPINO

Suiza estuvo cerca de arrebatar el liderato del grupo a Alemania, pero un gol en el descuento le relegó al segundo puesto. En cambio, Italia certificó la segunda posición, anotando el empate en la última jugada. Esta tarde (18.00 horas) abrirán las eliminatorias de octavos en el estadio Olímpico de Berlín. Aunque el historial favorece claramente a los italianos, el nivel mostrado en los anteriores choques hace presagiar que no hay tanta diferencia como antaño. Se puede decir que el «derbi transalpino», ambos estados comparten frontera en los Alpes, llega más igualado que nunca.

Tras no conseguir clasificarse para el Mundial de Qatar, Italia ha rebajado sus expectativas y el proyecto que dirige Luciano Spalletti no aparece entre los máximos favoritos para alzar el trofeo, pese a ser los actuales campeones. Eso no quita que sigue manteniendo ese aura de no rendirse. A esta Italia de Chiesa, Barella y el delantero Scamacca, le faltan figuras desequilibrantes como Totti, Del Piero, Pirlo o Roberto Baggio. Sin embargo, sería muy atrevido darle por muerta.

Por ello, Aebischer, jugador del Bolonia, advertía en la previa que «Italia es la favorita», «odia perder» y tienen «más experiencia». Junto con los relojes, las navajas multiusos son unos de los objetos más representantivos del país helvético. Haciendo un símil con este utensilio, en la selección de fútbol de Suiza tendrán que acertar con las herramientas si quieren acabar con el dominio de su oponente. A su favor tienen que llegan con confianza y que disponen de un plantel con muchos futbolistas reconocidos a nivel internacional como Sommer, portero del Inter de Milán; Akanji, defensa del Manchester City; y Xhaka, centrocampista del Bayer Leverkusen.