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TOUR 2024

Pogacar reconquista el Tour ganando también la contrarreloj de Niza

El prodigio esloveno logró su sexta victoria parcial en este Tour 2024, aventajando en otro minuto a un digno Vingegaard y a Evenepoel, que cerraron un podio de alto calibre. En una jornada llena de despedidas, destacó la séptima posición de Mikel Landa en la etapa, la mejor crono de su vida, eclipsada por la actuación de un Pogacar que encadenaba el Giro y el Tour de forma brillante.

Pogacar recupera el centro del podio del Tour, flanqueado nada menos que por Vingegaard y Evenepoel. (Marco BERTORELLO | AFP PHOTO)

No podía ser de otra manera. Tadej Pogacar confirmó en la crono de ayer su éxito en el Tour de 2024. El prodigio esloveno se enfundó el definitivo jersey amarillo de su tercer Tour meses después de haber ejercido de tirano también en el Giro, mostrando además una ambición sin límites que ha traducido en una «reconquista» con seis victorias parciales y un dominio absoluto de la prueba, un dominio que con el paso de las etapas no hizo sino confirmar y afianzar, para recuperar un reinado perdido en las dos últimas ediciones que en la línea de meta de Niza remachaba por todo lo alto, un Tour de 2024 que definía como «el más loco que he disputado jamás».

Pogacar, después de haberse llevado el Giro con seis etapas en el camino, se llevó también el Tour, el primero en encadenar las dos rondas de tres semanas del calendario después de que lo consiguiera Marco Pantani en 1998 -siguiendo la estela de Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault, Roche e Indurain-, con seis victorias parciales, cimentada su victoria sobre todo a partir de la llegada de los Pirineos y rematada en los Alpes, superando los temores que vaticinaban un cierto desplome del prodigio esloveno en favor de Jonas Vingegaard, menos castigado que Pogacar en cuanto a jornadas previas de competición.

Temores infundados porque el ciclista danés de Visma, pese a su dignísima defensa de sus victorias en la «Grande Bouclé» al final terminó notando su tremendo accidente en el descenso de Olaeta en la pasada Itzulia. Después de dos semanas manteniéndose en la estela del esloveno, a partir de los Pirineos Vingegaard empezaba a sentir la superioridad del balcánico, una superioridad todavía más clara en la última semana. Poco se le puede reprochar al danés.

«En otras circunstancias estaría decepcionado, pero con todo lo que he pasado, con la caída que sufrí, no puedo estarlo. Mi preparación no ha sido la mejor, pero pese a todo he estado a un nivel alto. Eso sí, me gustaría regresar para intentar ganar el Tour», indicó tras la crono final el corredor nórdico.

Y poco se le puede reprochar a un Remco Evenepoel que se demostró a sí mismo que puede competir por ganar un Tour. Tercero en la crono de Niza, el flamenco terminó entre lágrimas, incapaz de contentarse con el último cajón del podio del Tour.

«Me gusta ver que tiene esa rabia», declaró sobre su líder el bueno de Mikel Landa, que ha finalizado en un más que digno quinto lugar, corriendo sin presión y a las órdenes de un «pitbull» que comprobó que puede estar a la altura de los mejores, aunque superarlos va a ser otro cantar, sobre todo si Pogacar y Vingegaard mantienen este nivel.

DELEITE Y COMPETICIÓN

Día de despedidas, de ciclistas valiendo su condición de llegada en solitario para saludar a los espectadores y a los familiares. Ciclistas en retirada como Cavendish o Romain Bardet pudieron decir adiós de forma individualizada en la meta final de Niza.

Hasta la llegada a meta del francés Lenny Martinez, el primero en ser capaz de romper la barrera de los 50 minutos en la meta de Niza, la contrarreloj fue casi en sentido opuesto a la propuesta competitiva, toda vez que los ciclistas que ya cumplieron con su misión al sortear las dificultades de las 21 etapas del Tour se lo tomaron con calma, disfrutando del calor del público en esta preciosa ciudad provenzal.

El colombiano Harold Tejada, del conjunto Astana, fue, en todo caso, el ciclista que más tiempo lograba pasarse en la «silla caliente» de la meta, a la espera de que los mejores de la ronda francesa lo superasen de una vez.

Faltaba la traca final. Una traca que supuso ver a Mikel Landa entre los diez mejores clasificados en una crono del Tour, en la mejor sesión contra el crono de su vida, aunque no lograra arrimarse a la cuarta plaza de Joao Almeida.

«Esta crono ha sido el resumen de este Tour», subrayó el ciclista de Murgia. «Me ha salido una buena crono porque la he competido sin presión», dijo, mientras llegaban los mejores del Tour de 2024.

Evenepoel, Vingegaard y Pogacar fueron batiendo los respectivos mejores registros en los tiempos de paso, con un esloveno machacón.

«No puedo ni describir lo feliz que estoy. Han sido dos Tours previos muy duros, pero eso nos ha servido para poder mejorar y ganar este. Estoy en una nube», declaró un Tadej Pogacar feliz y pleno después de haber encadenado su sexta victoria y su tercer Tour.