El Alavés encaraba el primer entrenamiento del año con todos sus jugadores disponibles, tras el regreso de Despotovic -solucionados sus problemas de visado- y Raúl García -tras jugar el amistoso Champions for Life-, y tiene por delante tres partidos muy exigentes en el tramo final de la primera vuelta, que permitirán comprobar la situación del equipo y aclarar si necesita algún refuerzo en el mercado de invierno.

Pero lo que ahora ocupa a la plantilla gasteiztarra es su rival de mañana, lo más parecido a un derbi ante un Mirandés que fue repescado tras el descenso del Murcia y que aventaja en dos puntos al Alavés en la tabla. Galán no podía ser más claro tras la sesión de ayer, «queremos la victoria por la clasificación y también de cara al ánimo de la afición y del equipo para coger más confianza».