2015 URT. 31 Política carcelaria y derechos humanos Ibarretxe apoya a los verificadores y reclama excarcelaciones y beneficios Juan José Ibarretxe confirmó su implicación en la red Sare protagonizando ayer una charla en Hondarribia. En ella expuso una propuesta de resolución que abarca tanto las consecuencias como las causas del conflicto. Considera necesario apoyar a la Comisión Internacional de Verificación para avanzar hacia el desarme, frente a quienes «quieren convertirla en un hazmerreír», y reivindica salidas en las cárceles y los tribunales, eliminando el «Derecho Penal del Enemigo». Ramón SOLA Hace unos meses intervino en un acto de Sare en Gasteiz y ayer lo hizo en Hondarribia. Juan José Ibarretxe, actualmente centrado en labores académicas, recalcó su compromiso con la red por los derechos humanos de las personas presas y huidas con una conferencia en la que planteó un buen número de ideas para avanzar hacia la resolución, desde la premisa de que «no vale desear la paz, hay que trabajar por ella». El exlehendakari abomina de la idea de que ya hay un proceso culminado. Al contrario, cree que está todo por hacer y que hay que ponerse manos a la obra cuanto antes. Su camino tiene cuatro raíles, resumidos así: «Defensa de los derechos humanos», «diálogo político», «respeto a las decisiones de la sociedad vasca» y «construcción social». En el primer capítulo, Ibarretxe introdujo algunas reflexiones novedosas respecto a las de hace unos meses en Gasteiz, derivadas de lo que ha ido ocurriendo desde entonces. Destacó el llamamiento a «facilitar la labor de la Comisión Internacional de Verificación» para avanzar hacia «la disolución de ETA y el decomiso de las armas». Lo ve esencial ante la evidencia de que hay sectores que buscan convertir a los verificadores «en un hazmerreír». Su afirmación tuvo un plus de interés tras el encontronazo entre el actual Gobierno de Lakua y la CIV el 21 de diciembre, cuando la nota de los verificadores dando cuenta de avances fue replicada por el lehendakari y el secretario de Paz y Convivencia con una contrapropuesta crítica. En este mismo bloque, Ibarretxe defiende que los presos realicen «un reconocimiento del daño causado como consecuencia de su actuación» (cuestión propuesta por el Foro Social y que EPPK considera cumplida). También demanda la puesta en libertad de «los encarcelados por su defensa de ideas políticas» y «la aplicación de los beneficios penitenciarios regulares a los presos de ETA». Al inicio de su charla, el que fuera lehendakari en tres legislaturas había denunciado la última redada contra la solidaridad con los presos, que ve como la prueba del mantenimiento de un «Derecho Penal del Enemigo» que debe acabar ya. También cargó contra la resolución del Supremo en contra de la decisión marco europea sobre acumulación de condenas, punto en el que hizo hincapié en que el Alto Tribunal español ha llegado a enfrentarse a su criterio de hace apenas un año. «Pactar ejercicio, no derecho» Junto a la reivindicación de los derechos humanos, Juan José Ibarretxe reclamó el diálogo político porque «negarlo es negar la solución». Luego hizo hincapié en la necesidad de respeto a la decisión de la ciudadanía vasca, pero alertando del riesgo de incurrir en «errores conceptuales. Porque lo que hay que pactar es el ejercicio del derecho, no el derecho; esto lo tenemos». Citó que es lo que han conseguido ya en Escocia, mientras Euskal Herria tiene todo por hacer. La propuesta de Ibarretxe engloba, por tanto, tanto la resolución de las consecuencias del conflicto como la de las causas. Todo ello expuesto al estilo universitario, en pie y micrófono en mano, apoyándose en un power point con citas históricas de diferentes personalidades, y poniendo incluso al auditorio a cantar ``Zenbat gera?''. Ibarretxe se mostró incisivo contra el inmovilismo estatal, entendido más allá de la posición del Gobierno del PP. A este le reprochó sobre todo que use el asunto vasco con fines electoralistas, y en este punto recordó la frase del ex primer ministro israelí Simon Peres: «Cuando hacíamos la guerra ganábamos las elecciones, pero cuando hacemos la paz nos llaman traidores». Sin embargo, cargó también contra los tribunales españoles que «aplican el no-Derecho» o contra los medios madrileños que exaltan las redadas policiales en Euskal Herria y luego apenas dan cuenta de las absoluciones relativas a esos mismos procesos.