En su intervención en el debate de investidura, Homs ha señalado que Sánchez, al igual que Rajoy, ha decidido que no tiene «nada que hablar con los independentistas», es decir, «ni más ni menos que con dos millones de ciudadanos» representados por DiL y por ERC. Y ha añadido que ambos recurren a la legislación «como excusa o como pretexto para no hacer política».

Homs ha remarcado que «todo acuerdo de cambio pasa por aceptar la realidad plurinacional» y porque «se pueda celebrar un referéndum» en Catalunya.

En cualquier caso, ha aseverado de que los independentistas catalanes seguirán recorriendo el camino que les ha marcado la ciudadanía en las urnas y que están acometiendo las instituciones catalanas, «donde por cierto sí hay un gobierno con capacidad de actuar y con un programa que aplicar. Aquí no hay ni buenos ni malos, sino ciudadanos que piensan distinto y manifiestan sus opiniones de forma distinta».

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, ha declaradio que «no se trata de un problema territorial ni de competencias ni de privilegios, se trata de la libertad y de la independencia de mi país».

Ha reprochado a Pedro Sánchez que siga defendiendo una política fundamentada en la «criminalización», tratando a quienes votaron a favor de la independencia como «sujetos de un motín de sediciosos. Prontamente vamos a iniciar el proceso constituyente y si es voluntad de los ciudadanos también proclamaremos la República de Catalunya».

«Retener sin consentimiento»

«España no puede retener a Catalunya sin el consentimiento de los catalanes. Una unidad impuesta equivale a un maltrato, a una violación de los derechos», ha certificado.

Tardá ha considerado que Pedro Sánchez «vende la moto» diciendo que la solución está en la reforma de la Constitución cuando sabe que «eso no es posible» porque el texto constitucional español«es de los más bloqueados precisamente para evitar su reforma».

«Se trata de un búnker en manos de ustedes, de Ciudadanos y del PP, y los catalanes, los gallegos y los vascos siempre seremos una minoría demográfica, en manos de ustedes, que no reconocen Catalunya como nación y dicen que nunca van a hacerlo», ha constatado.

Tardá ha contrapuesto la actitud española con la de los británicos respecto a Escocia y ha augurado que eso provocará «el nacimiento de la desobediencia civil desde las instituciones. Nos suspenderán, nos inhabilitarán y al final nos encarcelarán».