No hay día tranquilo en la Vuelta. Este es su principal atractivo. Y de ello parece que se va a encargar Alberto Contador. El ciclista madrileño apura sus últimas pedaladas en esta carrera y lo quiere hacer en la forma que siempre ha corrido, al ataque.

Tras perder casi tres minutos en la etapa de Andorra, ayer y hoy ha demostrado haber recuperado el golpe de pedal. Una etapa que se presumía de gran lucha por buscar la fuga y resolverla y de tranquilidad para los hombres de la general, se ha convertido en un lucha abierta en tres kilómetros durísimos del puerto de Garbià. Contador ha arrancado y se ha llevado consigo a Froome, Van Garderen y Betancur. El resto han reventado por el camino y Van Garderen y Betancur se han ido al suelo en un pequeño descenso.

Todos los favoritos, a excepción de David de la Cruz, Simon Yates y Romain Bardet han vuelto a entrar en el grupo del líder, mientras que a Van Garderen le ha dado tiempo a pinchar una rueda y volver a caerse.

Por delante, en la escapada, corrían su propia carrera. Y al mismo tiempo que Contador arrancaba por detrás, el joven Enric Mas hacia lo propio para seleccionar una fuga de 27 corredores. Junto a él se iban el propio Marczynski y Poljanski. En el descenso se les han unido Antonio Pedrero y Luis León Sánchez que, sin embargo, han perdido sus opciones levantando el pie cuando parecía que el pelotón se les echaba encima.

Así se han presentado en la recta final de Sagunt Mas, Marczynski y Poljanski. Ha sido el mallorquín el primero en arrancar, pero el polaco de Lotto-Soudal se ha impuesto con claridad.