Los sindicatos ELA, LAB, UGT, ESK, Steilas, CGT, CNT, EHNE, Etxalde e Hiru han iniciado hoy en Bilbo una dinámica de movilización en defensa de los derechos de las personas presas, que pretenden repetir el tercer viernes de cada mes en la plaza Elíptica, frente a la Subdelegación del Gobierno español. Un centenar de personas, bajo la lluvia, se ha situado tras la pancarta con el lema ‘Konponbide garaia da. Orain Presoak’, rubricada por la decena de centrales.
Esta movilización inédita hasta ahora se produce un día después de que el ministro español de Interior, Fernando Grande Marlaska, reconociese que las medidas de excepción que sufren las y los prisioneros vascos forman parte de la «política antiterrorista, no penitenciaria» por lo que no ve «conveniente» mantener la dispersión. Ana Pérez, de Steilas, ha manifestado que «en este momento, tendríamos que estar dando pasos a favor del proceso democrático pero el Gobierno sigue inamovible», ha lamentado. Por ello, les ha demandado que «sean valientes y den los pasos necesarios y, desde luego, cumplan su propia ley».
Los diez sindicatos aparcan sus diferencias para reivindicar conjuntamente cambios en la política penitencia que ayude «a la convivencia democrática y a la reconciliación». «El primer punto, innegociable –Pérez– es que los presos que sufren enfermedades graves o incurables tendrían que estar, si no en la calle, en cárceles cercanas a sus familiares». «También demandamos la progresión de primer a segundo grado y sucesivos, y reivindicamos que se acabe con la dispersión», ha añadido.
Además, exigen el acercamiento de la «totalidad» de los y las presas a prisiones vascas. «No tiene ningún sentido que se siga castigando, no solo a los presos, sino sobre todo a sus familiares y entorno más cercano. En este aspecto, los gobiernos no están cumpliendo la ley», ha finalizado Pérez.