Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, Etxerat ha llevado a cabo sendas movilizaciones ante los Parlamentos de Iruñea y Gasteiz para «reclamar con urgencia el final de la condena impuesta a los familiares y allegados de las y los presos vascos, que continuamos sufriendo las nefastas consecuencias de la dispersión y el alejamiento».
El colectivo de familiares ha formado una cadena humana con sus pañuelos en denuncia de «un Estado español que mantiene la excepcionalidad de su política penitenciaria y que no tiene, por lo tanto, legitimidad para conmemorar esta declaración universal».
Etxerat ha vuelto a exigir el final de una política de alejamiento que ha causado 16 víctimas mortales desde que se puso en marcha, y que a día de hoy impone a los familiares y allegados de 7 de cada 10 presos vascos en el Estado español viajes de entre 1.200 y 2.200 kilómetros para cada visita.
Además, una veintena de prisioneros sigue en la cárcel pese a sufrir enfermedades graves e incurables, y el Estado francés «sigue rechazando la libertad condicional para los presos condenados a perpetuidad».
«En nuestro caso, en el de los familiares y allegados de los presos y presas políticas vascas, no se nos garantizan los derechos universales que proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por todo ello, y porque así lo quiere la sociedad vasca, vamos a seguir trabajando por el respeto a nuestros derechos, sin contrapartida alguna», ha subrayado Etxerat.