NAIZ
Berlín

La utraderecha pisa los talones a la CDU en el último test antes del fin de la era Merkel

Ser superados por la AfD en los comicios regionales de Sajonia-Anhalt este domingo podría romper el difícil equilibrio interno en la coalición que ha liderado Angela Merkel. Precisamente, en vísperas de la votación se ha reavivado el debate sobre el peso de la ultraderecha en el seno de la CDU.

El candidato de la ultraderechista AFD en Sajonia-Anhalt, Oliver Kirchner (a la derecha), haciendo campaña en Magdeburgo. (Ronny HARTMANN | AFP)
El candidato de la ultraderechista AFD en Sajonia-Anhalt, Oliver Kirchner (a la derecha), haciendo campaña en Magdeburgo. (Ronny HARTMANN | AFP)

Los conservadores de la CDU mantendrán un duro pulso este domingo con la extrema derecha representada por la AfD en las elecciones de Sajonia-Anhalt, último test crucial para una formación que dentro de cuatro meses, en los comicios legislativos, verá cómo se pone fin a la etapa de poder de Angela Merkel.

Cerca de 1,8 millones de personas están llamadas a votar para renovar el parlamento de este pequeño land del Este, presidido desde 2002 por la Unión Cristiana Demócrata de la todavía canciller. En la última legislatura, la CDU ha dirigido un gobierno de coalición con socialdemócratas y verdes.

Según las encuestas, el partido de Merkel aventaja en apenas tres puntos a la Alternativa para Alemania (AfD), formación antiinmigrantes que en los anteriores comicios regionales, en 2016, se convirtió en la segunda fuerza política.

La diferencia es todavía más estrecha en el sondeo de Civey publicado este jueves por ‘Der Spiegel’, que atribuye un 29% de los votos a la CDU frente a un 28% de la AfD.

Al borde de «una catástrofe»

Una victoria de la AfD sería «una catástrofe» para Armin Laschet, el poco popular líder de la CDU y candidato a la sucesión de Merkel.

Eso avivaría los debates sobre su legitimidad en tanto que candidato de la coalición CDU/CSU a la Cancillería y debilitaría la situación de su partido, que atraviesa una crisis de confianza, afectado por los errores en la gestión gubernamental de la pandemia y los escándalos de corrupción protagonizados por algunos diputados en relación a contratos de compra de mascarillas.

La CDU ya ha sufrido este año dos dolorosos reveses electorales, en los Länder de Baden-Württemberg y Renania-Palatinado, que en marzo renovaron sus respectivas cámaras parlamentarias.

Un «submarino» llamado Werte Union

En este contexto, algunos conservadores tratan de marcar distancias respecto a la Werte Union (Unión de Valores), una influyente organización con fuertes apoyos dentro de la coalición y con comprometedoras cercanías con la ultraderecha.

La relación entre la CDU y su hermanada Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) con esa organización siempre fue ambigua. Aunque comparte el término ‘unión’, no está integrada en las estructuras oficiales del bloque conservador.

Un sector de la CDU ha impulsado una moción para declarar incompatible la pertenencia al partido con la militancia en la Werte Union, lo que se ha discutido ya en sucesivos congresos federales.

«Son submarinos de la AfD», ha subrayado el eurodiputado Dennis Radtke en declaraciones a ‘Der Spiegel’. El líder de la CDU, Armin Laschet, no comparte este parecer. Insiste en que la Werte Union no está en las estructuras de su partido y rechaza cualquier acercamiento a la AfD, pero no considera necesaria imponer la incompatibilidad.

La cuestión cobró más virulencia el pasado fin de semana con la elección como líder de la Werte Union de Max Otte, miembro de la CDU desde hace treinta años, pero que en 2017 no votó por su partido, sino por la AfD. Lo hizo porque, a su juicio, bajo Merkel la CDU dio un giro izquierdista.

Otte, economista al frente de una sociedad de fondos de inversiones y una fundación cercana a la AfD, aspira a la integración de la Werte Union en la CDU.

Merkel ha declinado pronunciarse sobre cómo debe ser la relación de la CDU/CSU con la Werte Union. Lo considera asunto de su actual dirección, como suele comentar últimamente cada vez que se le pregunta sobre asuntos del partido que presidió durante 18 años.