UPN elige mañana candidato sin haber cerrado todavía las normas para la votación
La fecha para el Consejo Político de UPN se acerca y, lejos de aproximar posturas, las facciones siguen con su lucha soterrada. Todos los candidatos, salvo José Javier Esparza, piden aplazar la votación, pero Yolanda Barcina insiste en votar y hoy, la víspera, se fijará el modo de elección.
Aunque todos los candidatos de UPN hablen de «consenso» y «reconciliaciones», lo cierto es que el partido es una olla a presión y esos objetivos cada vez están más lejos. Mañana tiene lugar el Consejo Político donde está previsto que se designe al sucesor de Yolanda Barcina, pero ni siquiera se ha determinado cómo tendrá que desarrollarse la votación. Hoy mismo tendrá que reunirse el Comité de Listas y fijar unas pautas a seguir en el Consejo Político y unas normas de votación.
Hay cuatro candidatos que optan a ser el cabeza de lista de UPN en las siguientes elecciones: José Javier Esparza, Antonio Catalán, Juan Ramón Rábade y Amelia Salanueva. Aunque Esparza y Catalán parten de favoritos, aún no se sabe cuál será el sistema de votación que se elegirá (si será el que más votos saque de entre los cuatro en una única votación o si se buscará que uno de ellos obtenga el apoyo de más de la mitad del consejo). Lo único claro es que este consejo se reunirá el sábado, a las 19.00, a puerta cerrada y que avisarán del resultado.
El motivo de que no se hayan fijado normas es que se ha recurrido la decisión de Barcina de dejar al candidato en manos del Consejo Político. Mientras no se fije el sistema de votación, el recurso no podrá tramitarse en el Comité de Garantías. Así, la presidenta busca tensar la situación para que Garantías se pronuncie apenas horas antes del consejo y les sea muy complicado oponerse a la votación.
En esta tesitura, tres candidatos han pedido que se aplace el consejo y solo uno, Esparza, apoya la decisión de Barcina de mantener la cita.
La incertidumbre es máxima y, como colofón, el domingo se celebra el Día del Partido en Tutera. El acto principal es una comida con más de mil militantes.