Condenan a indemnizar a las familias del expresidente Thomas Sankara y sus compañeros
El expresidente burkinés Blaise Compaoré y otros altos cargos militares han sido condenados a indemnizar con 1,2 millones de euros a los descendientes de Thomas Sankara y sus compañeros, a quienes mataron en 1987. Los herederos de Sankara recibieron un franco CFA simbólico, según habían solicitado.
El tribunal militar de Ouagadougou ha condenado al expresidente de Burkina Faso Blaise Compaoré y a otros nueve acusados a pagar más de 800 millones de francos CFA (1,2 millones de euros) en concepto de daños e intereses a los descendientes del expresidente Thomas Sankara y sus compañeros muertos en 1987.
El montante de los daños e intereses por «reparación de los perjuicios morales y económicos» se eleva a los 807,5 millones de francos CFA, de los que un franco simbólico corresponde a los herederos de Sankara, tal y como ellos habían solicitado, ha declarado el juez Urbain Méda.
La suma deberá ser abonada solidariamente por Blaise Compaoré, el antiguo comandante de su guardia Hyacinthe Kafando y el exjefe del Ejército en 1987 Gilbert Diendéré. Todos ellos han sido condenados a cadena perpetua a comienzos de abril por su implicación en la muerte de Sankara, junto a otros siete acusados que fueron condenados a penas de entre tres y veinte años de prisión.
Según la decisión de la Justicia, el Estado de Burkina Faso deberá abonar las indemnizaciones si los condenados no son solventes.
Sin restitución de bienes
El tribunal militar ha rechazado una demanda de restitución de los bienes de Sankara a su familia.
«Lamentamos la decisión de la sala de no acceder a la demanda de restitución de bienes. Vamos a estudiar con la familia de Sankara si apelamos o no», ha señalado Benewendé Stanislas Sankara, uno de los abogados de la familia Sankara.
Llegado al poder mediante un golpe de estado en 1983, a Sankara lo mataron junto a doce compañeros en el transcurso de una reunión en la sede del Consejo Nacional de la Revolución en Ouagadougou. Tenía 37 años.
La muerte de Sankara, que se había marcado como objetivo «descolonizar las mentalidades» y conocido como «el Che africano», ha sido un tema tabú durante los 27 años que Compaoré ha estado en el poder, del que fue desalojado por una revuelta popular en 2014.
Desde entonces vive en el exilio en Costa de Marfil y ha sido condenado en rebeldía, como Kafando, que está huido desde 2016.