Los líderes de la UE intentan contentar a Meloni para que apoye el reparto de cargos
Los líderes de la UE han iniciado la cumbre centrada en renovar la cúpula de la UE y aprobar su agenda estratégica. Aunque el reparto de altos cargos ya está decidido, la reunión intenta contentar a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, molesta por haber sido ignorada en las negociaciones.
Los líderes de la Unión Europea han iniciado este jueves la cumbre de dos días centrada en renovar la cúpula de la UE y aprobar su agenda estratégica para el próximo mandato comunitario. Aunque el reparto de los altos cargos ya estaba decidido, la reunión intentaba rebajar tensiones con la primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, molesta por haber sido ignorada en las negociaciones.
Los Veintisiete han llegado al Consejo Europeo en Bruselas con los puestos para los altos cargos ya pactados en unas negociaciones que culminaron la semana pasada durante una cena informal de líderes en las que los negociadores de los conservadores, socialdemócratas y liberales aprovecharon para mantener una reunión privada a la que no invitaron a Meloni, del grupo de extrema derecha de los 'conservadores y reformistas'.
«Una cosa tiene que quedar clara: nadie respeta a Giorgia Meloni y a Italia más que yo. Es un malentendido. A veces necesitamos plataformas políticas específicas para facilitar los procesos», ha afirmado a su llegada a la cumbre de Bruselas el primer ministro de Polonia y antiguo presidente del Consejo Europeo, el popular Donald Tusk.
El polaco ha asegurado que la única intención de ese formato era avanzar más rápido en las negociaciones y que «no hay Europa sin Italia y no hay decisión sin la primera ministra Meloni».
Ampliar el acuerdo
En cualquier caso, Meloni y sus socios como el primer ministro húngaro, Víktor Orban, no cuentan con una minoría suficiente para bloquear los nombres acordados: la conservadora alemana Ursula von der Leyen como candidata a repetir el frente de la Comisión Europea, la liberal estona Kaja Kallas como alta representante para la Política Exterior de la UE y el socialdemócrata portugués António Costa como futuro presidente del Consejo.
No obstante, los líderes europeos intentarán contentar a Meloni con alguna concesión para recabar el mayor apoyo posible, más allá de algún comisario que se da por hecho dado el peso del Estado italiano en la Unión.
Von der Leyen tendrá además que recabar el apoyo de la mayoría del Parlamento Europeo para poder revalidar a partir del 1 de diciembre, y la Eurocámara también tendrá que aprobar el conjunto de comisarias y comisarios de la próxima Comisión Europea, aunque el hemiciclo no tiene voz respecto al presidente del Consejo.
El canciller alemán, Olaf Schoz, recordó que el acuerdo entre «las familias políticas de los conservadores, los socialdemócratas y los liberales es relevante» porque la candidata también necesita una mayoría en la Eurocámara, que previsiblemente obtendría con los votos de los citados grupos que la apoyan.
Meloni, que ha descrito el pacto como un «acuerdo para excluir» al resto de familias políticas, no coge el teléfono a los lideres que, como el negociador conservador y primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, han intentado hablar con ella, según el medio Politico.
El objetivo de los Estados miembros sería aprobar los nombramientos por consenso, sin necesidad de votar y sacar la calculadora para comprobar que los votos a favor suman 20 países que representen al menos al 65 % de la población de la UE.
Primera prioridad de Vor der Leyen, el gasto militar
Aunque Von der Leyen ya ha demostrado cuáles son sus prioridades en los últimos años, hoy ha dado otra señal al hacer hincapié en el aumento del gasto militar.
La conservadora alemana ha cifrado en 500.000 millones de euros las «necesidades» de inversión en la industria militar comunitaria para la próxima década.
La jefa del Ejecutivo comunitario lo ha justificado afirmando que entre 1991 y 2021 Rusia y China invirtieron mucho más que Europa en defensa, 400.000 millones de euros más.
La presidenta de la Comisión ha señalado que actualmente hay 11.500 millones de euros en el presupuesto comunitario hasta 2027 para seguridad y defensa, y cerca de 11.000 millones en el denominado Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, entre otros fondos disponibles para la industria.
Entre estas opciones de financiación Von der Leyen ha mencionado la posibilidad de emitir deuda conjunta, una propuesta que Estonia ha defendido en los últimos meses con el apoyo del Estado franncés, pero a la que se niegan en rotundo socios como Alemania y Países Bajos.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, también ha defendido aumentar el gasto militar pero ha reconocido que «ni los Estados miembros ni la Unión Europea tienen recursos suficientes para dar un gran impulso».
Los líderes intentan ahora decidir cómo y quién va a pagar ese gasto que no cuestionan.
Un nuevo «telón de acero»
En especial Polonia y los estados bálticos han solicitado de forma conjunta potenciar los dos dispositivos de defensa fronterizos orientales de la UE, en concreto el llamado 'Escudo Este' polaco y la 'Línea de Defensa del Báltico', que quieren evitar definir como un nuevo telón de acero.
«La construcción de un sistema de infraestructuras de defensa a lo largo de la frontera exterior de la UE con Rusia y Bielorrusia responderá a la necesidad urgente de proteger a la UE de amenazas militares e híbridas», asegura la misiva dirigida a la presidenta de la Comisión Europea.
La que será nueva representante diplomática comunitaria, Kaha Kallas, ha apoyado la construcción de estas infraestructuras militares, tras una reunión reunido con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Los líderes de la UE han firmado además con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el acuerdo de seguridad con el que se compromete a ayudar militarmente a Kiev frente a la invasión rusa, marcando una senda anual de 5.000 millones al año en ayuda militar hasta 2027.