Eugenia Ancizu e Isabel Sobejano | En representación de ADSPN-NOPAE - Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Navarra Nafarroako Osasun Publikoaren Aldeko Elkartea

Defender el Sistema Público de Pensiones para preservar la salud

Desde el punto de vista de la salud pública hay datos contrastados acerca de cómo repercute el recorte de las pensiones en la misma, que no hacen sino confirmar lo que era más que previsible.
 
Medidas que ya afectaron a la capacidad adquisitiva de las personas pensionistas fueron primero la desfinanciación de medicamentos y luego el copago farmacéutico que el RDL 16/2012, entre otras medidas regresivas.
 
Posteriormente, la reforma de las pensiones del 2013, con un máximo de aumento anual del 0,25%, viene suponiendo la reducción continuada de las pensiones a lo largo de los años, perdiendo poder adquisitivo permanentemente. Cada pensionista, actual y futuro, será más pobre a medida que vaya cumpliendo años, empeorando sus condiciones de vida, de alimentación, de vivienda, condiciones de vida etc., que irán afectando a su salud física y mental.
 
Encuestas realizadas en varios Centros de Salud de la comunidad Canaria, a pensionistas que acudieron a consulta no urgente y elegidos de manera aleatoria, arrojaron el balance de que un 16,83% de las personas no retiran los medicamentos de la farmacia por motivos económicos. En el Estado, un 29% de la población está en serio riesgo de pobreza y los copagos penalizan de manera directa a las personas más pobres y más enfermas, acumulando riesgos sobre su salud.

El copago en los pensionistas ha producido el efecto esperado, y ya objetivado en otros países, que han dejado de consumir medicamentos prescritos, en porcentaje mayor según menor es su nivel de renta. La no utilización de medicamentos recetados ya ha producido un empeoramiento de las enfermedades de base, una descompensación de las mismas e incluso un aumento de la mortalidad.
 
Además, la pérdida de poder adquisitivo de las personas pensionistas les conduce con frecuencia a no poder seguir las dietas recomendadas, que forman parte de la terapéutica, y a tener que recurrir a alimentos baratos, que no suelen ser frescos sino procesados, azucarados o grasos.

No permitamos que sigan robando impunemente las pensiones y la salud.

Insistimos y seguiremos insistiendo en la necesaria retirada del copago farmacéutico de los pensionistas, y en la derogación del RDL 16/2012.

Nos sumamos a las miles de voces que plantean y luchan a favor de una férrea defensa de las pensiones.

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