Pacto bueno para el país, ¿con el PP y Ciudadanos?

Aitor Esteban hizo público ayer el acuerdo alcanzado por el PNV para apoyar los presupuestos pactados entre el PP y Ciudadanos. El portavoz jeltzale volvió a señalar como logros una subida de las pensiones –esta vez según el IPC– para 2018 y 2019, y el «compromiso firme» de Rajoy de que el 155 desaparecerá en cuanto haya nuevo Gobierno en Catalunya.

Una calculada jugada del PNV para presentarse ante la opinión pública como adalid de la estabilidad y marcar perfil social. Sorprendentemente, hace apenas un mes el PP también llegó a un pacto con Ciudadanos con la subida de las pensiones como gran logro. Veremos en qué queda, visto en qué ha quedado el teatral veto mutuo entre Ciudadanos y el PNV. Mientras, Rajoy repite jugada y hay que reconocerle habilidad para utilizar una y otra vez el mismo cebo para recabar nuevos apoyos. Una subida que, por otra parte, está discutiendo ya el Pacto de Toledo, que estudia sustituir el actual índice de revalorización por otro en el que se tenga en cuenta el IPC. Al fin, todas estas medidas son el resultado de la fuerte presión de unos jubilados y pensionistas permanentemente movilizados.

Tras haber repetido insistentemente que no negociaría con el 155 en vigor, este acuerdo certifica que el PNV no solo ha estado negociando con el PP sino que ha cerrado un pacto. Calcula que para cuando tenga que dar el sí definitivo habrá Gobierno en Catalunya y formalmente el 155 estará revocado. El 155 quizás sí, pero se mantendrá la intervención de la Generalitat, cuyas cuentas, por ejemplo, están intervenidas desde mucho antes. ¿Legalizarán también el color amarillo? ¿Le pedirán un mensaje desde la cárcel a Jordi Turull para el Alderdi Eguna? Tanto cálculo político para quedarse con una única opción: si el pacto es tan bueno, ahora solo puede aprobar los presupuestos, pase lo que pase. El PNV ha decidido seguir sosteniendo a la derecha corrupta y antidemocrática, una vez más.

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