Hoy declaran como testigos en el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa cinco redactoras y cinco tutoras del programa de educación para la igualdad del Gobierno de Nafarroa, Skolae. Tanto el Ejecutivo foral como partidos políticos, sindicatos y un gran número de colectivos sociales han mostrado su apoyo a estas diez mujeres obligadas a testificar sobre su labor docente en el juzgado. Al mismo tiempo han denunciado que este proceso contra un programa educativo modélico es un ataque frontal contra la enseñanza en igualdad y una persecución política e ideológica.

La denuncia admitida a trámite por el Tribunal ha partido de la Federación Católica de Padres de Alumnos y Padres de Familia, el colegio San Cernin y la plataforma M18, liderada por el diputado del PP Juan José Cortés. Señalan como contrarios a la libertad religiosa y a la moral católica los contenidos de Skolae, un programa que ofrece herramientas para profundizar en la promoción de la igualdad, la prevención de la violencia machista y la educación sexual. Contenidos todos ellos recogidos en las leyes sobre educación, salud e igualdad vigentes actualmente, y que además siguen las pautas definidas por organismos internacionales como Unicef y la OMS; incluso ha sido nominado por la Unesco a un premio por su calidad educativa. Todo ello debería ser suficiente para dejar claro el sesgo ideológico de la denuncia de unas asociaciones que no quieren defender sus creencias, sino al contrario, imponerlas a toda la sociedad.

Cualquier cambio en educación que trate a alumnas y alumnos como personas con capacidad para razonar, que ofrezca contenidos que informen y ayuden a conocer la sociedad en la que vivimos y que inviten a reflexionar, es visto con auténtico pavor por todas las organizaciones sectarias de la extrema derecha. Esos cambios cuestionan sus dogmas y, en consecuencia, también su poder.