Veinte derbis para disfrutar y hacer país

Todavía duraba el excelente sabor que dejó el triunfo de las chicas de la Real Sociedad en la Copa, con un seguimiento televisivo inusitado, cuando este deporte ha deparado otra alegría a toda la afición vasca: el ascenso de los chicos de Osasuna. Han coronado una campaña fabulosa, pulverizando récords y haciendo disfrutar como nunca a una afición que también es parte de ese éxito. Son dos buenas noticias concatenadas que van más allá de lo deportivo y que generan felicidad y orgullo también más allá de lindes geográficas propias. Dos ejemplos de buen hacer, dos éxitos vascos.

Con el retorno rojillo a la máxima categoría masculina, el fútbol vasco vuelve a tener cinco representantes en Primera, como ya ocurrió en la campaña 2016-17. Se dice pronto, pero eso supone que teniendo apenas una vigésima parte de la población total estatal, Euskal Herria abarcará una cuarta parte de esa competición que tiene una enorme proyección a nivel mundial.

En esa «Liga de las Estrellas», desde agosto Alavés, Eibar, Osasuna, Real y Athletic van a ser la proyección de un país que siempre ha tenido el deporte como actividad destacada y plasma en él algunos de sus valores propios, indispensables para el éxito: esfuerzo, competividad, trabajo en equipo, identidad... Van a competir con plantillas que en un porcentaje mayor de la media se basan en la cantera y van a estar dirigidos desde el banquillo por cinco entrenadores vascos, y además euskaldunes: Asier Garitano, José Luis Mendilibar, Jagoba Arrasate, Imanol Alguacil y Gaizka Garitano. Además de esfuerzo, está claro, hay talento.

Con estos mimbres, los 20 derbis que se jugarán en nueve meses son una oportunidad de mostrarse al mundo como país y también de hacerse mejor internamente. La legítima pugna deportiva no debería impedir una acción concertada de los clubes para convertir esos partidos en fiestas, implantando una política de precios que llene los estadios y creando espacios de encuentro que hermanen a las aficiones. Ahí todos ganan, todos ganamos.

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