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Mujeres jubiladas de Nafarroa reivindican el «derecho subjetivo» a una pensión «digna»

Mujeres pertenecientes a las plataformas de pensionistas de Nafarroa, Sasoia y Nafarroako Pentsionistak Martxan, han reclamado la «universalización» para todas las mujeres del «derecho individual subjetivo» a una pensión digna, independientemente de su situación laboral.

Imagen de una movilización de pensionistas en Iruñea. (AHOTSA)
Imagen de una movilización de pensionistas en Iruñea. (AHOTSA)

En conferencia de prensa, Mertxe Larumbe y Arantxa Iturarte, de Sasoia y Nafarroako Pentsionistak Martxan, respectivamente, han leído un comunicado en castellano y en euskara en el que han llamado a participar a las manifestaciones que tendrán lugar este sábado 26 de mayo en el herrialde.

En concreto, en Iruñea la marcha saldrá a las 18.00 horas de la plaza del Castillo y en Altsasu a las 12.00 horas en la plaza de los Fueros.

Las representantes de ambas plataformas han demandado una pensión mínima de 1.080 euros, ya que, han precisado, en Nafarroa 15.990 viudas están cobrando 639 euros.

También han exigido la derogación de las reformas de pensiones de 2011 y 2013 y la creación de una red de servicios de atención y cuidados públicos, «pagados con presupuesto público», y que permita conciliar su «trabajo y vida».

Igualmente han indicado que muchas de ellas no han tenido la posibilidad de «trabajar con un empleo reconocido», si bien han trabajado «toda la vida, en casa y fuera de casa».

«Contribuimos a generar el 50 por ciento del PIB real», han subrayado para lamentar que «este trabajo no se reconoce, no se valora y no se contabiliza» y que «genera obligaciones, pero no vale para crear derechos».

Al respecto, han criticado que se les reconoce el derecho a la pensión de viudedad, si bien el mismo «no es un derecho propio», ya que «depende de lo cotizado por la pareja».

En el caso de las mujeres que han trabajado «con empleo», aunque acceden a una pensión de jubilación, ésta suele ser un 70 por ciento menor que la de los hombres.

Los motivos, han indicado, se deben generalmente a que las mujeres trabajan «en peores condiciones y con salarios más bajos», además de que dejan de cotizar «varias veces durante la vida laboral» al seguir ocupándose de «los trabajos de casa».

En cualquier caso, han afirmado que «todos los gobiernos españoles y el Pacto de Toledo están siendo los encargados de destruir el sistema público en beneficio de los planes privados que interesan a los especuladores».

Finalmente, han defendido que su trabajo «ha sido y es fundamental para la sostenibilidad de la vida» y han exigido que «así sea reconocido».