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Riezu dice que la absorción de la CAN por Caixabank fue «un rescate a un precio muy bajo»

El que fuera director general de Caja Navarra, Lorenzo Riezu, ha indicado que «a lo mejor fue un acierto» la fusión por absorción realizada por parte de CaixaBank, una operación que ha calificado como «buena» a pesar de suponer un «rescate» de la entidad «a un precio muy bajo».

Lorenzo Riezu, durante una comparecencia en la comisión de investigación sobre la CAN. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Lorenzo Riezu, durante una comparecencia en la comisión de investigación sobre la CAN. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Riezu ha respondido de esta forma al regionalista Luis Zarraluqui, que durante una nueva sesión de la comisión que investiga la desaparición de Caja Navarra ha preguntado al exdirectivo sobre la gestión de su sucesor.

«La operación con CaixaBank fue buena aunque supusiera un rescate de Caja Navarra», ha afirmado Riezu, que ha añadido que la fusión por absorción «a lo mejor fue un acierto» porque la entidad se encontraba «al borde del precipicio, con unos recursos propios en Banca Cívica que tendían a cero».

Sin embargo ha constatado que, a su juicio, esta actuación se ejecutó «a un precio muy bajo» tanto por la cuota de mercado existente en esos momentos en el herrialde como «por la red de oficinas que había en Navarra».

Riezu ha negado haber dejado a su sucesor en el cargo, Enrique Goñi, una caja «seca», sino una entidad «con unas buenas reservas» que permitieron alimentarla los años siguientes.

«Caja seca no, caja con unas buenas reservas que permitieron alimentar los años siguientes, porque si no, sí que hubiéramos tenido unos resultados notablemente peores».

«Si cogemos los años de 2002 a 2009 (años en los que la entidad se encontraba bajo el mandato de Goñi), nos vamos a encontrar con que el promedio de resultados ordinarios de esos años es de 37 millones en vez de 47 millones», ha recordado.

De hecho, ha matizado que incluso esos 47 millones de euros obtenidos entre 2000 y 2001 eran «pobres para lo que eran ejercicios anteriores», ya que en esas fechas tuvo lugar la fusión con la CAMP, «con todas las cargas económicas» que ello conllevaba.

Según ha asegurado, el hecho de mantener unas buenas reservas «permitió que la caja continuara por encima de los problemas de la crisis económica y de toda la incidencia que tuvo la burbuja inmobiliaria en esos años», ya que la gestión «en el día a día» de Goñi «conducía a una situación de pérdidas mayores de las que hubo en 2000 y 2001».

«Paradójicamente, con esos buenos resultados que tuvimos, las reservas de Caja Navarra crecieron un 74 % frente al resto de las cajas, que habían crecido de promedio un 134 %, -ha añadido-, por tanto algo no se hizo bien en ese periodo para que, con mayores reservas que los demás, no llegáramos al final con un crecimiento de las reservas superior también a los demás».