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Miranda califica de «entelequia» pensar que Caja Navarra podía sobrevivir sola

El exconsejero de Economía y Hacienda Álvaro Miranda ha asegurado que es «una entelequia absoluta» pensar que Caja Navarra podía haber sobrevivido como caja y haberse transformado en un banco para continuar su actividad financiera en solitario en el herrialde.

Álvaro Miranda, en su comparecencia en la comisión de Caja Navarra. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Álvaro Miranda, en su comparecencia en la comisión de Caja Navarra. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Miranda, quien participó en los órganos de gobierno de CAN de agosto de 2007 a finales de 2011, ha señalado en la Comisión de Investigación sobre la desaparición de Caja Navarra que, al dejar el Gobierno navarro el 22 junio de 2012, concluyó su actividad política y pasó a ser «un ciudadano más».

Tras destacar que se siente «plenamente responsable» de todas sus decisiones como miembro del Gobierno de Nafarroa e integrante de los órganos de gobierno de CAN, Miranda ha considerado que «no sería de recibo que se me atribuyan actos o actuaciones que correspondan a otros ámbitos o personas».

Miranda ha aseverado que, cuando es nombrado consejero en agosto de 2007, «ya estaba todo preparado para la gran crisis económica» y desde el verano de ese año y, sobre todo, en 2008, trataron de «cabalgar a lomos de un caballo desbocado» y «no acabar hechos trizas».

El exconsejero ha reconocido que todo lo acontecido en CAN y Banca Cívica (entidad creada tras la fusión con CajaCanarias y Caja Burgos y posteriormente con Cajasol) causó «una gran conmoción» en la sociedad navarra, que fue «muy hábilmente aprovechada» por partidos que se presentaban como «meros defensores del bien común», cuando «a la vista está que no fue así».

Tras lamentar la «frustración» que se pudo causar en la sociedad por el devenir de CAN, Miranda ha subrayado que el Gobierno navarro, desde 1976, no inspeccionó ni supervisó nunca a Caja Navarra, una competencia que «recaía por completo en el Banco de España, al cien por cien». Eso no quiere decir, ha agregado, que el Ejecutivo de Nafarroa «hizo dejaciones» de sus funciones.

El Banco de España, ha declarado, fue emitiendo informes de inspección y supervisión sobre CAN en los que se apuntaba que la entidad se desenvolvía «con cierta naturalidad» en el entorno financiero de la época.

Miranda, quien ha resaltado que en los órganos de gobierno de CAN «era una persona más», ha explicado que el respaldo a la gestión de los órganos ejecutivos de la Caja, en prácticamente todos los temas, fue unánime, salvo un acuerdo en el que hubo una abstención. Así, ha insistido, hubo «un respaldo absoluto» a los órganos de dirección de la Caja.

De esta forma, ha dicho, todos los órganos de gobierno aprobaron la constitución de Banca Cívica para aumentar tamaño y reducir costes, una opción que era «la única legalmente posible», aunque con el tiempo se demostró que era «insuficiente» para los problemas de las cajas.

La crisis hizo que, de 45 cajas, se pasara a ocho bancos, que ahora son siete y en breve serán seis, ha indicado Miranda, quien ha subrayado que, «cuando uno está metido en la gran borrasca, bastante hace con interpretar los datos y que el barco no se vaya a pique».

Los representantes de las instituciones, de entidades económicas y sociales y de formaciones políticas, ha comentado, «somos responsables de la parte del mapa que nos correspondió», pero en Nafarroa «ni nos han pillado robando, ni cobrando indemnizaciones, ni jorobando a los clientes, ni vendiendo preferentes».

Miranda ha insistido en que, tras el proceso de reestructuración, no ha sobrevivido ninguna de las 43 cajas, no hay ninguna que no se haya transformado en un banco, ninguna del tamaño de CAN en 2007 lidera actualmente uno de los siete bancos y ninguno de estos últimos tiene su sede social en la provincia de una caja de las dimensiones de Caja Navarra.
Incluso ahora, «las entidades de tamaño mediano están tocadas», ha aseverado.