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Bruselas

Los 28 acuerdan prohibir los platos, cubiertos, bastoncillos y pajitas de plástico en 2021

Los gobiernos de la Unión Europea han confirmado el acuerdo para prohibir a partir de 2021 los artículos de plástico de usar y tirar más populares, como platos, cubiertos, bastoncillos de algodón y envases de poliestireno para alimentos, con el fin de reducir su impacto en el medio ambiente.

Las pajitas están en la lista de utensilios de plástico que serán prohibidos. (OLIVIER MORIN / AFP)
Las pajitas están en la lista de utensilios de plástico que serán prohibidos. (OLIVIER MORIN / AFP)

Estos productos, según cálculos de la Unión Europea, representan cerca del 70% de los deshechos plásticos que contaminan las aguas y las playas del territorio comunitario.

El objetivo de la normativa es erradicar el uso de artículos de plástico para los que existen ya alternativas en materiales que no dañan el entorno.

Entre los artículos que no podrán usarse en la Unión Europea de aquí a algo más de dos años, figuran también los productos en plástico oxodegradable, considerados especialmente dañinos para el medio ambiente porque contienen aditivos que no desaparecen del todo y afectan negativamente el proceso de reciclado.

Además del listado de artículos que estarán vetados, la UE quiere que los estados miembro tomen «las medidas necesarias» para reducir de manera significativa el consumo de otros productos, como los recipientes de plástico para comida rápida que no necesita preparación posterior a la compra y las tapas para bebidas.

Aparejos de pesca

En el caso de otros elementos para los que no existen por el momento alternativas mejores al plástico, la Unión Europea apuesta por incentivar su reciclado, por ejemplo en lo que se refiere a los aparejos de pesca, para asegurar que no son arrojados por la borda en alta mar, sino que la flota regresa a tierra con ellos y los recicla.

El objetivo es reducir a la mitad los desperdicios de estos productos con el objetivo de evitar daños sobre el medio ambiente que supondrían unos costes de 230.000 millones de euros en 2030 y la emisión de 3,4 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) ese mismo año.