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Retrasadas las elecciones en Nigeria pocas horas antes de abrirse las urnas

A pocas horas de que se abrieran las urnas, la Comisión electoral de Nigeria ha aplazado una semana las elecciones presidenciales y legislativas que debían celebrarse hoy, alegando problemas logísticos, una decisión recibida con muchas críticas por los principales partidos, y con decepción y enfado entre el electorado.

Una mujer busca entre las listas de candidatos sin saber que las elecciones se han suspendido / Luis TATO (AFP)
Una mujer busca entre las listas de candidatos sin saber que las elecciones se han suspendido / Luis TATO (AFP)

«Para garantizar la celebración de elecciones libres, justas y creíbles, no es factible seguir con las elecciones tal y como estaban programadas», ha justificado Mahmood Yakubu, presidente de la Comisión Electoral Nacional (INEC), al informar sobre el aplazamiento de las elecciones hasta el próximo sábado 23 de febrero.

Yakubu, que ha asumido «toda la responsabilidad» del retraso electoral y ha negado cualquier interferencia política, no especificó qué problemas logísticos se presentaron, pero tres centros de su organización han sido quemados. Además, la oposición ha denunciado que numerosos estados no habían recibido las papeletas.

La decisión ha provocado, tras la sorpresa, la decepción entre los votantes, muchos de los cuales expresaron su enfado. Este retraso podría aumentar la abstención el próximo sábado.

Los dos principales candidatos en las presidenciales son el jefe de Estado saliente, Muhamadu Buhari, que opta a su segundo mandato, y el líder de la oposición, Atiku Abubakar, un millonario empresario que fue vicepresidente del país entre 1999 y 2007.  

El partido de Buhari, el Congreso de Progresistas (APC), asegura estar «muy decepcionado» y sugirió que el retraso fue orquestado por el principal partido de oposición. Abubakar, candidato del Partido Popular Democrático (PDP), ha pedido calma a sus partidarios ante lo que ha calificado como una provocación. Además, ha subrayado que sus rivales «saben que el pueblo nigeriano está decidido a echarlos, están desesperados y harían lo que fuera para evitarlo».

Ochenta y cuatro millones de electores están inscritos para votar en estas elecciones de la primera economía de África, y sobre las que planea la sospecha de la compra de votos por parte de los partidos políticos.