10 MAR. 2019 - 00:00h Zerkupe y Château-Pignon, un conjunto histórico Zerkupe y Château-Pignon conforman un interesante conjunto histórico. Juan Mari Feliu En el borde del milenario Camino de Compostela, en su travesía por los altos de Napoleón en busca de Orreaga, quedan los restos de un conjunto de relevancia histórica. Los pasos de Bentartea y Lepoeder quedan aún lejos, mientras el cordal sigue elevándose desde su base en el valle de Garazi. Los restos del citado conjunto se encuentran rozando los mil metros de altitud. Aquí, entre los altos de Hastategi y Urdanasburu, se dan cita dos épocas: la protohistórica con el asentamiento de Zerkupe y el alto medievo, donde el castillo de Château-Pignon fue un referente durante la conquista del Reino de Nafarroa en 1521. Esta zona fue durante siglos la más transitada del Pirineo Occidental y la más antigua calzada desde que el cesar Pompeyo, fundador de Pompaelo en el año 75 A.C en un alto donde habitaba un poblado vascón, construyera la vía Burdigala-Astorga. De aquella época queda en la cumbre de Urkullu, a 1.424 metros, la misteriosa base de una torre de vigilancia de los puertos y collados por donde discurrían las legiones romanas en lo que se denominó el «Saltus Vasconum». Más tarde fueron los arrieros, comerciantes y ejércitos en un vaivén de luchas lo que dieron fama a estos lugares. Tres acontecimientos importantes Tres acontecimientos han dado celebridad a esta zona del Pirineo Vasco, la calzada romana construida hace más de dos milenios, la batalla de Roncesvalles cuando en el año 778 fue abatida por los vascones la retaguardia del ejército encabezado por el emperador Carlomagno, y el Camino de Santiago. La excursión se mueve en torno a estos lugares que miran hacia las atrayentes tierras de Garazi. Para hacer esta excursión es recomendable una climatología favorable. Las nieblas y las lluvias son abundantes. Son tres los accesos a este lugar, con carretiles estrechos que pueden generar problemas a la hora de encontrarse con un vehículo grande enfrente. Se puede acceder desde la antigua fábrica de municiones al collado de Organbide y luego seguir dirección Arnegi por los flancos de Urkullu. Desde Arnegi, vertiginosa subida de mil metros de desnivel o más factible desde Donibane Garazi. En cualquiera de los casos, hemos de situarnos y aparcar el coche en el desvío de bajada a Arnegi. Estaremos entre dos pináculos rocosos a la altura del desvío, en la cota 1.181 m., y algo más al sur la cumbre de Urdanasburu (1233 m.). Los primeros pasos de este itinerario circular por el vallecito de Elhusaro se realizan desde el collado abierto entre las dos cotas citadas, donde descubrimos a nuestros pies una enorme hondonada salpicada de bordas con un lapiaz emergente agrietado, que llama ya a lo lejos por su color rosáceo. A la izquierda, a media altura de ladera, emerge el puntal de Zerkupe, que visitaremos una vez alcanzaremos el fondo de esta recoleta vaguada. Sin senda definida bajaremos a media ladera hasta la cota 1.071 m., teniendo como referencia la rocosa cima de Urdanasburu, situada más arriba. Una vez ante las primeras bordas, una pista nos llevará a la parte contraria, con el emergente lapiaz cercano. El itinerario continúa por una pista que gana altura en la rinconada, con Zerkupe sobre nuestra cabeza. A la derecha queda dominante la abultada cumbre de Château-Pignon. Una senda nos situará sobre la proa rocosa de Zerkupe, como si fuera un barco varado en la preciosa ladera. Veremos algunos parapetos y terrazas escalonadas en la pendiente. En diferentes excavaciones se han encontrado puntas de sílex, urnas y perlas de bronce, restos de escoria de hierro y cerámica, lo que demuestra la utilización de este lugar por generaciones de distintas épocas. De regreso buscaremos un paso en el borde de la carcasa rocosa para alcanzar las bordas de Urdanasburu, desde donde ganaremos la cumbre de Château-Pignon. Sobre esta montaña mochada se asentó un castillo del Reino de Navarra. Estuvo involucrado en los combates contra los invasores castellanos en 1521. Durante la revolución francesa en 1793 y en la retirada de las tropas de Napoleón en 1813 fue teatro de batallas hasta ser definitivamente abandonado. En 15 minutos estaremos de regreso por el carretil al punto de inicio de la excursión. HORARIO: En plan tranquilo, con la visita del lapiaz y el balcón de la garganta Atheketa el recorrido no pasa de las tres horas.