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Varias piezas expuestas en el museo. (Jon URBE/FOKU)

Topic, una máquina del tiempo para soñar


Tardó más de veinte años en llevarse a término y, tras una década de andadura, Topic de Tolosa repasa su trayectoria para NAIZ. Visitamos los rincones de este espacio único en el mundo de la mano de su directora, Idoia Otegui. Aquí soñar es libre. ¡Qué placer!

Entrar en el Centro Internacional del Títere de Tolosa es jugar y soñar. Tontear con nuestra propia imaginación y rescatar la niñez. Despojarse del peso de los años y dejar que los pies leviten un palmo sobre el suelo. Y en estos tiempos tan convulsos tiene, si cabe, un mayor poder terapéutico. Hoy, más que una necesidad, un derecho. En la plaza Euskal Herria de Tolosa hace diez años que Topic abrió sus puertas, un centro único en el mundo. Es inútil buscar, no hay otro igual. Integra prácticamente todo lo relacionado con el mundo de la marioneta: difusión, conservación, formación, investigación y creación.

El proyecto cumplió sus primeros diez años de vida el pasado 2019, y este 2020 estaba previsto que fuera el de las celebraciones; no ha podido ser. Es precisamente el aniversario la «excusa» que nos lleva a revisitar el lugar de la mano de su directora, Idoia Otegui. Recuerda que Topic tardó en gestarse 23 años, y que fue un proyecto que se rescató y se aparcó en un cajón durante varias legislaturas…

Titirijai fue la semilla

Costó alinear a las instituciones y encontrar el compromiso, entre otros financiero, y la lucidez de alguien que viera con rotundidad que esa locura era muy cuerda. La semilla fue el primer festival de marionetas de la localidad guipuzcoana, Titirijai, que hoy, 38 años después, se sigue celebrando con éxito. «Cuando llegó la tercera edición nos empezamos a preguntar por qué debíamos ver marionetas solo una vez al año. ‘¿Y si les damos un hogar permanente donde hubiera un teatro y un museo?’ También sentíamos la necesidad de tener un espacio en el que recoger todas esas marionetas que iban cayendo en desuso. Era patrimonio que se estaba perdiendo. Y ojo, se ha perdido una barbaridad», lamenta.

Finalmente, todo eso se materializó en el antiguo Palacio de Justicia, un edificio señorial cuya fachada está declarada patrimonio. Se vació y se reconstruyó de cero, en base a las necesidades. El barcelonés Dani Freixas, Premio Nacional de Arquitectura y amante de las marionetas, fue el arquitecto encargado de diseñarlo por dentro.

Topic tiene muchas particularidades, una de ellas es el llamativo teatro de 250 butacas de colores. Está pensado fundamentalmente para el teatro de marionetas, pero su escenario giratorio lo hace muy polivalente. «En un mismo día puede ofrecer sobre el mismo escenario un espectáculo y una conferencia». Todos los asientos tienen pupitre, luz y conexión a internet, y dispone de proyección de cine analógico y digital. Además de la difusión del teatro a través de programaciones, ofrece residencias. «Tenemos compañías que vienen a lo largo del año a crear y preparar sus espectáculos en Tolosa», explica Otegui. Los profesionales se instalan temporalmente en el centro, que cuenta con servicio de alojamiento específico.

La casa de los títeres

La parte expositiva no es un museo; Otegui prefiere referirse a ella como «la casa los títeres». Nada más entrar, los ojos se pierden en una inmensa galería con decenas de marionetas, donde los espejos y las luces crean unos efectos enigmáticos. «Para entrar aquí nos tenemos que convertir en niñas», advierte su directora mientras abre la puerta. «No queríamos un museo al uso. Era fundamental dar con el modelo que contara lo que es el mundo de la marioneta, un mundo tan inmenso como tu imaginación».

Con más de 3.000 piezas entre las almacenadas y las expuestas, Topic ha triplicado en apenas diez años sus fondos entre depósitos, compras y préstamos, con marionetas que provienen de todas partes del mundo, aunque la más rica es la colección que llega desde Asia. India, China, Vietnam, Birmania, Mali… también hay una nutrida selección de Europa y otras de África.

A simple vista todas son diferentes y únicas, y lo son, aunque Otegui señala que, si se repara con más detenimiento, nos percataremos de que todas las culturas y países comparten mucho. «En todos los lugares existen los ‘cuentos de hadas’, por llamarlo de alguna manera, en los que personajes son los mismos: hay dioses, guerreros, villanos, magos, demonios, animales… la fisionomía cambia, pero sigue siendo lo mismo. Y en estos tiempos que vivimos, el mensaje que se transmite desde esta galería es que todos somos iguales: no podemos menospreciar a nadie por su color o sus rasgos. Nos tenemos que respetar».

La sala de los creadores es otro punto central de la parte divulgativa porque nos habla de un figura verdaderamente desconocida. Del mundo artístico y de la creación sabemos de pintores, escultores, escritores incluso modistas. Pero, ¿qué sabemos de los artesanos de las marionetas, de los titiriteros? Nombres de aquí y allá, aunque Otegui repara en «ella», la rumana Margareta Niculescu (1926-2018), profesora, directora de teatro, marionetista y cofundadora de la Escuela Nacional Superior de las Artes de la Marioneta de Charleville-Mézières. «Formó parte de la Unión Internacional de la Marioneta (Unima) hasta que falleció, y fue la verdadera impulsora de la formación profesional en el mundo de la marioneta. Ella fue una inspiración para mí; queda mucho camino por recorrer en el reconocimiento de estas personas», lamenta.

La conversación nos lleva, precisamente, a la cuestión de la formación y el «intrusismo» que afirma existe en el arte y oficio de ser titiritero. «Coger una marioneta no implica serlo, hay que tener un respeto enorme hacia este mundo», pide. Hay países que van por delante en cuanto a la formación reglada, como es el caso del Estado francés, aunque Otegui agrega que en el caso del Estado español se imparten cursos y formaciones de otro tipo de «altísimo nivel». Pone como ejemplo un caso extremo, el del Bunraku japonés, catalogado como Patrimonio de la Humanidad. «Demuestra que esto de las marionetas no es ninguna tontería, sino algo serio». Pues bien, para ser considerado maestro de Bunraku hay que estudiar su manipulación durante treinta años…

La financiación, importante

Lo cierto es que la financiación y, de igual modo, el respaldo de las instituciones ayudan o no a apuntalar una disciplina que clama mayor atención. Es una de las formas teatrales más antiguas del mundo, pero aquí las ayudas directas no existen. Las que llegan lo hacen a través de las destinadas al teatro. Y vuelve a poner el ejemplo francés porque Otegui, por su cargo como secretaria general de Unima Internacional, conoce muy bien aquella realidad: «El Gobierno francés destina cada año siete millones de euros solo para el teatro de marionetas».

El dato es contundente y difícil de rebatir. Reconoce que Topic atraviesa un momento delicado en ese sentido, aunque viene de atrás, cuando en 2013 sufrieron un recorte del 50% que no han recuperado. Dice que el único que ha hecho un esfuerzo ha sido el Ayuntamiento de Tolosa, pero añade que tanto el Gobierno de Lakua como la Diputación han bajado sus aportaciones. Madrid, al parecer, «está sensible a intentarlo porque la situación del sector artístico y creativo actual es muy grave, más aún en este disciplina».

Y es curioso, porque, mientras Topic ha recogido algunos de los premios más importantes a nivel mundial por su visión y proyectos educativos, entre otros, ello no se ve correspondido con un reconocimiento institucional y económico. También le resulta curioso que reciban numerosas propuestas de colaboraciones y proyectos de otros centros internacionales pero que en casa «jamás nadie se haya acordado de nosotras por ejemplo, cuando organizan jornadas sobre museos y educación. No sé qué pasa», admite. Sobre el futuro, «si hablamos en términos artísticos», augura que «es muy prometedor», pero a nivel económico, la directora tiene serias dudas.