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Recala en Baiona una caravana itinerante que busca sensibilizar sobre el cáncer de ovario

Durante dos días, los exteriores del Hospital de Baiona han servido de área de descanso para una caravana itinerante que busca sensibilizar sobre una dolencia que, pese a su alta incidencia, todavía no es suficientemente conocida: el cáncer de ovario.

La mini-casa se ha instalado en los exteriores del Hospital de Baiona, desde donde proseguirá su gira informativa. (@ch-cotebasque.fr)

El de ovario en el octavo tipo de cáncer en términos de incidencia y el cuarto en número de fallecimientos, según indican GSK France y la asociación de pacientes IMAGYN, entidades impulsoras de la microcasa que, tras permanecer el 3 y 4 de mayo, en los exteriores del Hospital de Baiona, emprenderá una nueva etapa de su gira a lo largo del Estado francés.

El objetivo de este nuevo viaje, que arrancó en 2021, es doble, ya que la caravana quiere ser, de una parte, un espacio de escucha e intercambio entre las personas afectadas por la enfermedad y los profesionales o asociaciones que trabajan junto a afectados por la enfermedad, y por otra, sensibilizar al público en general sobre una dolencia poco conocida.

Solamente un 4% de las mujeres aseguran tener un buen nivel de información sobre los cánceres ginecológicos según un estudio realizado con 2.406 encuestas por los organismos impulsores de la caravana. Nueve de cada diez mujeres aseguraron, sin embargo, que querrían contar con una información más completa sobre el cáncer de ovario.

Sin embargo, en el Estado francés se producen cada año 3.500 fallecimientos debidos a este tipo de cáncer (cifras de 2018) y cada año se diagnostican más de 5.000 nuevos casos.

Se trata de prevenir y tratar a tiempo una enfermedad silenciosa, que no cuenta en sus inicios con síntomas fácilmente identificables, lo que hace que en no pocas ocasiones se diagnostique de manera tardía. La media de edad de la persona diagnosticada es de 65 años y en un 75% de los casos se trata de tumores en un estadio avanzado.

Diagnóstico tardío y tratamiento invasivo

Por lo demás, cuando llega el diagnóstico de que se padece un cáncer de ovario empieza para la mujer un recorrido complejo.

«Los tratamientos, ya de cirugía ya de ciclos de quimioterapia, son duros, e impactan de lleno en la calidad de vida de las pacientes en el plano físico y sicológico», explican los responsables de la iniciativa.

«Las pacientes y su entorno cercano se sienten muchas veces aislados, ya que los intercambios con los profesionales son de corta duración y se concentran en los aspectos esenciales del tratamiento», constatan GSK France e IMAGYN.

De ahí que estimen que ofrecer un «espacio protector», no ligado estrictamente al marco terapéutico, puede ofrecer a las pacientes y a sus allegados a sentir mayor confianza a la hora de intercambiar opiniones con los profesionales. Unos encuentros que, desde otra óptica, «puede ayudarles a comprender mejor la enfermedad».

Acompañar, aconsejar y escuchar son las máximas de esa caravana o mini-casa que, desde la capital labortana, emprenderá en unas horas ruta hacia otras latitudes hexagonales.

Encuentros y talleres temáticos

Durante su estancia en Baiona se han programado distintos encuentros y talleres temáticos sobre cuestiones como los tratamientos, la nutrición, la actividad física y la sexualidad.

La terraza adyacente a esa caravana se ha utilizado para ofrecer información a un público que va más allá de las personas que afrontan una enfermedad para la que los especialistas señalan distintos factores de riesgo.

A saber, el cáncer de ovario tiene un factor de riesgo hereditario alto, que se estima en un 15-20%. Otros factores que influyen son la edad, el haber tenido una menstruación a edad precoz, la ausencia de embarazos, la obesidad y una menopausia tardía.

Como en el resto de los cánceres ginecológicos las revisiones periódicas son indispensables para mejorar el diagnóstico de de esta dolencia.