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Kase.0 clausuró el Festival de Jazz de Gazteiz llenando Mendizorroza con su público

En su último día, la organización del festival nos invitó a pasar un día de jazz y comida cajún en el Parque del Prado, para terminar en el cercano Mendizorroza con la actuación de Kase.0 y su Jazz Magnetics.

Kase.0 logró conectar con el público de Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA)

La temperatura subiría ayer hasta los cuarenta grados a las 17.00 en la ciudad de Gasteiz. La sombra de los árboles resultaba un refugio aceptable para los asistentes que se fueron acercando al parque a lo largo del día. Los combos de la Escuela de Música Luis Aramburu y el conservatorio superior de Nafarroa comenzaban a las 12.00 para dejar paso a las 15.00 al dúo catalán formado por la voz y la percusión de Magali Sare y el contrabajo de Manel Fortiá, sin duda el gran descubrimiento de la jornada. Los catalanes hicieron las delicias de un publico agradecido pero escaso y disperso. Público al que no se le puede reprochar nada dadas las circunstancias meteorológicas. La frescura y la flexibilidad de la voz de Magali acompañada por su fiel compañero de escenarios Manel Fortiá ofrecieron un concierto repleto de un magnetismo que les augura un prolífero y productivo futuro en la música. Destacar la hermosa deconstrucción del clásico tema de Silvio Rodriguez ‘Óleo de mujer con sombrero’. Excepcional, deliciosa.

Acto seguido subirían al escenario el legendario trompetista Erik Truffaz junto al Dj toner quartet, ofreciendo un espectáculo más digno de verse en la sección oficial. Tanto da si hubiera sido en el Teatro Principal como en el mismísimo polideportivo, ya que actuaciones con menos calidad y renombre se han sucedido en ambos escenarios a lo largo del festival. En cualquier caso, al grupo le tocó bailar durante su actuación con la hora más calurosa del día.

El picnic cajún -por cierto, muy recomendable la comida del food truck- terminaría con la actuación de La señora Tomasa, y su ritmo latino de ascendencia soul y con voluntad pop, completaría el momento de máxima afluencia y jolgorio en el Parque del Prado, mientras los seguidores de Kase.0 se iban arremolinando alrededor del polideportivo de Mendizorroza, a apenas 150 metros del escenario del Parque.

Kase.0 y Jazz Magnetics

Cómo era de esperar, Kase.0 logró aglutinar a más público que ninguno de los artistas programados a lo largo del festival. Eso sí, no cabe duda de que el público no era el mismo que fielmente había concurrido puntual a su cita diaria con el Jazz. Y hablando de jazz, el fenómeno sociológico más desconcertante del que he sido testigo es que el público del rapero iba a ver un espectáculo de su artista favorito junto a una banda de jazz. El mismo Kase.0 se sumaba a crear la ilusión hablando del espíritu de Charlie Parker y la libertad creativa del jazz, y cómo no, de su banda de jazz. Pues bien, como desdecir a más de tresmil personas. Asusta tener que decir que de jazz en el concierto de Kase.0 no hubo nada. Ninguna banda de jazz acudió a Mendizorroza junto a Kase.0. Cuestión de expectativas tal vez. Esto no quiere decir que los músicos de los que el maño se rodeó fueran malos músicos., sino que estos, que es posible que en sus casas o en otros espectáculos puedan estar tocando algo parecido al jazz no lo hicieron en esta ocasión. Lo que se pudo ver y escuchar en el pabellón fue a una banda tocando bases de forma muy normativa, sin salirse del patrón y sin molestar a un MC que de otra manera hubiera perdido el compás en cuanto los músicos hubieran soltado un poco sus dedos y manos. Ni tan siquiera tuvieron la posibilidad de una desmelenarse una vez que el MC hubiera terminado de rapear sus versos. Se dedicaron a acompañar al artista maño como si fueran una base sacada de Youtube. El bajista de los Rolling Stones, Daryl Jones, tocaba jazz junto a Miles Davis antes de que Sting lo contratara para su presentación en solitario tras termina con Police. Desde entonces no toca otra cosa que no sean temas de los viejos rockeros. Si algo tiene el jazz es que no es ni normativo ni mucho menos funcional. Todo lo demás, es inflar un globo que siento en el alma tener que pinchar.

Dicho esto, los seguidores de Kase.0 se fueron más que satisfechos a casa por el recital ofrecido, mientras que del público que durante una semana ha comparecido fiel y esforzado a todos los conciertos propuestos por la organización del festival, nunca más se supo. Ese público ansioso de disfrutar con buenos conciertos de jazz, tanto en las actuaciones en teatro como los del polideportivo, aprovechó el día para irse a la playa o al monte, o para quedarse en su casa. En cualquier caso, ni el público al que le gusta el jazz compareció, ni tampoco la famosa banda que acompaña a Kase.0. Bueno, no al menos esa que dicen toca jazz. Sería otra.

Adios al Festival de Jazz de Gasteiz que pasa el testigo al Jazzaldia de la capital guipuzcoana. Esa ya será otra historia.