GAIAK

Sensacional Sorozabal

Intérpretes: Miren Urbieta-Vega, Andeka Gorrotxategi, Damián del Castillo, Rubén Amoretti, Ruth González, Marifé Nogales, José Manuel Díaz, Alberto Núñez. Landarbaso Abesbatza. Bilbao Orkestra Sinfonikoa. Dirección musical: Unai Urretxo. Lugar y fecha: Donostia, Auditorio Kursaal. 07/08/2022.

Imagen del concierto ofrecido. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Hay obras que están irreprochablemente bien escritas, como es el caso de ‘La tabernera del puerto’, pero han tenido que llegar una versión concierto y un director desde la otra esquina del mundo para que nos diésemos cuenta. La versión concierto, para liberar la música de distracciones y darle la relevancia merecida; el director, para analizar la obra con la distancia –si no emocional, al menos física– necesaria para despojarla de prejuicios y apreciar esta magistral partitura.

El director de Arrasate afincado en Corea Unai Urretxo, en una versión minuciosamente preparada y de gran inteligencia musical, supo sacar todo el partido posible a la BOS, haciéndoles tocar con elegancia y brío –siempre respetando la labor de los cantantes– para imprimir en la música de Sorozabal toda su calidad y complejidad expresiva. La orquesta, a su vez, supo responder al concepto musical del Maestro en una interpretación intachable y de tal colorido que no hacía falta escenografía.

El elenco escogido se mostró a la altura, poniendo su empeño no solo en el canto sino también en los diálogos que, pese a escucharse con cierta dificultad en algún momento, aportaron coherencia y dramatismo.

Miren Urbieta-Vega presentó una Marola seria y reflexiva a través de un canto evocador y melancólico. Acostumbrados a sopranos ligerísimas, sorprendía la carnosidad de la voz de la soprano donostiarra, pero resolvió con delicadeza los pasajes más comprometidos, agradeciéndose su lirismo en el resto de la obra. Andeka Gorrotxategi encandiló al público con esa voz enorme de gran proyección y agudo poderoso que le caracteriza. Cantó con pasión, aunque su Leandro sonó demasiado vehemente y le faltó finura en los pasajes más sentidos. Damián del Castillo interpretó el papel de Juan de Eguía con voz dúctil, seductora y expresiva en sus difíciles intervenciones.

Rubén Amoretti sobresalió en su interpretación, destacando ‘Despierta, negro’, cantado con voz profunda, cavernosa y elocuente. Ruth González, con una voz y un físico ideales para interpretar al muchachito adolescente Abel, jugó con inteligencia en el parlato y el registro central, sabedora de que en el registro agudo suena mucho más femenina. La pareja cómica formada por Marifé Nogales y José Manuel Díaz, sobrados de salero y simpatía, divirtieron al público con su interpretación fresca y de gran calidad. Bien también Alberto Núñez en su papel más actoral que canoro. El coro Landarbaso, con unas voces masculinas bien colocadas y unas voces femeninas algo aniñadas, cantó ajustado y empastado redondeando una zarzuela que despoja al género de cualquier complejo y lo eleva al más excelso de los lirismos.