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Gal Costa, la garota bahiana que plantó cara a los generales

Gal Costa falleció el pasado 9 de noviembre. Fue una figura esencial del movimiento Tropicália, junto a Caetano Veloso, Gilberto Gil, María Bethania, Os Mutantes y Tom Zé, entre otros, y con su voz, además de ser un referente de la música popular de Brasil, plantó cara a la dictadura militar.

Gal Costa, voz referencial del tropicalismo y la rebeldía. (Tiziana FABI | AFP)

Maria da Graça Costa Penna Burgos llegó acompañada por la música cuando vio la luz por primera vez el 26 de setiembre de 1945, porque durante los meses anteriores su madre quiso que la música clásica le acompañara en todo momento para que su embrujo la cautivara en su posterior periplo vital.

De esta forma, aquellos sonidos que cruzaron la frontera del vientre materno se convirtieron en una brújula de acordes que, a la edad de 10 años, la guió hasta un dial de radio en donde tropezó de manera fortuita con el tema ‘Chega de Saudade’, de Joao Gilberto, y de esta manera la joven bahiana quedó seducida para siempre por la bossa nova.

Gal Gosta fue una figura esencial dentro del movimiento artístico Tropicália, junto a Caetano Veloso, Gilberto Gil, María Bethania, Os Mutantes, Tom Zé, Jorge Ben y artistas que apostaron por unos modelos musicales rupturistas y, a la vez, apegados a la propia esencia de Brasil. Un movimiento que tuvo gran auge a finales de la década de los 60.

En su empeño por no perder el rastro de la música, trabajó en la tienda de discos más concurrida de su Salvador de Bahía natal y, a la edad de 18 año,s conoció a quien sería uno de sus grandes referentes, Caetano Veloso.

Tropicalismo e insurgencia

Su debut profesional tuvo lugar la noche del 22 de agosto de 1964 en el marco de un concierto que llevó por nombre ‘Nós, por exemplo’, en el que compartió escenario junto a Caetano Veloso, Tom Zé y Gilberto Gil y Maria Bethania, la no menos célebre hermana de Caetano Veloso, que tuvo su debut unos meses antes en Río de Janeiro, el 13 de febrero.

El concierto ‘Nós, por exemplo’ tenía como propósito dar la bienvenida al nuevo Teatro Vila Velha de Salvador, el cual acogió poco después a los mismos artistas en el evento ‘Nova Bossa Velha, Velha Bossa Nova’.

Gal Costa entró por primera vez en un estudio de grabación por petición de la que sería para siempre su gran amiga, Maria Bethania, la cual requirió su voz para el tema ‘Sol Negro’ y en el que sería también su debut discográfico, ‘Maria Bethania’ (1965). Posteriormente, Gal Costa grabó los temas ‘Eu Vim da Bahia’ y ‘Sim, Foi Voce’, de Gil y Veloso, respectivamente.

Su primera gran piedra de toque llegó con el disco ‘Domingo’ (1967), junto a Veloso, que incluía el tema ‘Coração Vagabundo’ y se convirtió en un rotundo éxito. Cruzada la frontera de los años 60, la cantautora grabó temas inéditos de Veloso y Gil y en el 68 apostó por lo experimental fusionando samba y bossa nova con rock, beat y sicodelia, lo que fue bautizado como ‘Tropicália’ y plasmado en el disco ‘Tropicália: ou Panis et Circenses’, para el cual Costa grabó cuatro temas, entre ellos el conocido ‘Baby’, de Veloso. Todo ello salpimentado con los acordes de swing de Jorge Ben Jor.

El gran punto de inflexión en su carrera tuvo lugar con el tema ‘Divino Maravilhoso’, compuesto por los habituales Gil y Veloso, durante el exilio que estos compartieron en Londres.

Más allá de su infalible repertorio, la artista se atrincheró en su música para plantar cara la dictadura militar que se había establecido en su país. Su sentido revolucionario de las cosas le llevó a ser insurgente y provocadora ante un régimen que odiaba y que pretendía torpedearla mediante la censura. Ejemplo de ello fue la gran polémica que suscitó la portada de su disco ‘India’ (1973), en el que asomaba un tanga rojo que los militares determinaron que «violaba la moral y las buenas costumbres». A pesar de ello, su voz se mantuvo irreductible en su lucha contra la represión, liderada por entonces por el general Emílio Garrastazu Médici.

Costa se convirtió en una de las principales abanderadas de la Música Popular Brasileña, así lo recordó el día del fallecimiento de Gal Costa Luiz Inácio Lula da Silva, afirmando a través de su cuenta de Twitter que «Gal Costa fue una de las más grandes cantantes del mundo, una de nuestras principales artistas para llevar el nombre y los sonidos de Brasil a todo el planeta. Su talento, técnica y audacia enriquecieron y renovaron nuestra cultura, formaron y marcaron la vida de millones de brasileños».