GAIAK
Entrevue
Nickzzy
Cantante

«Vengo de no tener nada y lo poco que consigo hoy día me gusta valorarlo»

La de Nickzzy es una de las voces más reconocidas de la actual escena urbana. Iniciado en el ‘drill’ con apenas 16 años, su evolución y los millones de visitas cosechadas en redes sociales han permitido que una gran discográfica se haya fijado en él, publicando su primer álbum de estudio.

El cantante de ‘drill’ Nickzzy. (Aritz LOIOLA | FOKU)

La música urbana tiene cuerda para rato en Euskal Herria, como demuestran los jóvenes talentos de la música ‘drill’. Ejemplo de este talento es Nickzzy, que con tan solo diez años cambió República Dominicana por Euskal Herria, siendo en Barakaldo donde comenzó a dar sus primeros pasos en la música. Después de solo tres años cantando y de publicar varios videoclips que cuentan con millones de visitas en internet, recientemente Nickzzy ha publicado ‘Ahora no lloro’ (Sony Music, 2023), el primer trabajo de larga duración del que ya es un nombre consagrado en la escena de la música urbana.

Llega a Euskal Herria con diez años. ¿Cómo fue aterrizar tan joven a un nuevo país?

Nosotros vinimos de República Dominicana, donde la gente vive el día a día, y fue sabiendo que buscábamos una vida mejor. Mi madre me tuvo muy joven, y primero vino ella y al tiempo me pudo llevar a mí. Diría que fue bastante bien, para mí fue una bendición.

A su vez, empezó muy joven haciendo música, con apenas 16 años.

Fue un proceso muy orgánico. Comencé hace solo tres años y entonces nunca me había propuesto dedicarme a esto, aunque me gustaba cantar. Un día, gracias a mi compañero Rakeem, The Poing, me dio por lanzarme y comenzamos este camino juntos con el objetivo de triunfar en la música.

Escribir las letras que canta demuestra que tenía muchas cosas que decir, quizás fruto de esa experiencia vital. ¿Qué le llevó a plasmar sus letras en papel?

Es verdad, tener una mochila de experiencias previas me ha facilitado escribir, porque hablo de mis propias vivencias. Es importante saber lo que quiero contar y qué quiero reflejar cuando escribo, además de tener una facilidad para rimar. Es lo que me gusta y de lo que vivo hoy día.

En este camino no está solo. ¿Quién le guió en los inicios?

Rakeem siempre ha estado conmigo, en mi círculo más cercano. Lo conocí a través de un videoclip suyo. Fue de los pocos artistas de trap y drill que se atrevió a sacar música a su edad, en un momento en el que a mí me comenzó a interesar la música. Hacía tiempo que me venía fijando en el trabajo de Amenazzy y otros artistas de música urbana, y le cogí el gusto a cantar. Rakeem me abrió las puertas de su casa y un día me pidió que le cantara un tema a capela. Le gustó, y a partir de ahí comenzamos a grabar día tras día. La música fluía porque compartimos el mismo sueño, y eso nos ha ayudado a llegar donde estamos hoy.

Ahora la música ya es, más que una afición, un trabajo. ¿Cuándo se dio cuenta de que podía dedicarse a la música?

Es cierto que desde el primer tema que publiqué tuve una buena aceptación, pero fue con ‘No toy en gente’, que es quizás mi tema más popular en redes sociales y el que más visualizaciones tiene, cuando vi que la cosa fluía. A partir de la publicación del videoclip de ‘San Mamés’ lo dejé todo para centrarme en la música.

«Fue con ‘No toy en gente’, que es quizás mi tema más popular en redes sociales y el que más visualizaciones tiene, cuando vi que la cosa fluía»

¿Qué hay de aquellos días en Barakaldo en su música actual?

Nunca se me olvida de dónde vengo. Todos mis temas tienen un poco tanto del barrio como de mi país, de República Dominicana. Nunca dejo nada atrás, y al final eso es lo que me ha ayudado a llegar hasta aquí.

Acaba de publicar su último trabajo, ‘Ahora no lloro’. ¿Qué podemos encontrar en este nuevo disco?

Vamos a escuchar a otro Nickzzy en otros estilos, pero también vamos a poder disfrutar de la música que hacía al principio, que suele ser la que más gusta a mi público. He buscado investigar nuevos ritmos sin perder la esencia. En definitiva, va a haber un poquito de todo, una «macedonia» musical dedicada a toda esa gente que me lleva apoyando desde el inicio. Gracias a ellos he podido superarme y sacar este disco.

Sin embargo, en comparación a sus inicios notamos una evolución lírica y musical, tanto en los ritmos como en los cambios de voz.

Es un trabajo que he realizado con Rakeem. Siempre estamos trabajando juntos, intentado evolucionar nuestros ritmos y cambiar un poco nuestro estilo, ya que si te quedas estancado en lo mismo nunca vas a avanzar. Nosotros preferimos intentar averiguar otros ritmos que se nos den bien, llevar al límite la música que sabemos hacer.

Al final, es imposible encontrar al mismo Nickzzy. El tiempo pasa y tú avanzas con él. Ahora mismo me siento mucho más maduro que cuando empecé con 16 años, pero mi música sigue siendo la misma, solo que con más calidad y otra mentalidad.

Hablando de la edad con la que se inició en la música, ¿qué supone empezar tan joven?

Empezar tan joven supone cometer errores y aprender de ellos. Eso es lo que me ha pasado a mí, y a su vez es lo que me ha ayudado a tener la madurez que tengo hoy en día. Llevo solo tres años en la música y me queda mucho por aprender. Está pasando todo muy rápido y el objetivo es mantenerse arriba.

«Empezar tan joven supone cometer errores y aprender de ellos, eso es lo que me ha ayudado a tener la madurez que tengo hoy en día»

Este disco lo publica con Sony Music. ¿Cómo recibió que una gran discográfica se interesase por usted?

Para cualquier artista es un logro que una discográfica se fije en ti. En el caso de Sony, es una ayuda muy grande porque es una multinacional enorme. Este trabajo lo empezamos nosotros solos, sin más ayuda, pero sabíamos que para seguir avanzando necesitaríamos un refuerzo así, y eso es lo que nos está brindando Sony. Es un cambio, un paso más que los artistas tenemos que dar en nuestra carrera.

¿Qué cree que le ha aportado esa «profesionalización»? Un posible cambio en el mensaje, en el estilo...

Es cierto que mucha gente tiene miedo de entrar en una discográfica, pero como he dicho, es un paso imprescindible en el crecimiento de cualquier artista. En mi caso, me han facilitado muchas gestiones que siento que yo solo no hubiera podido conseguir. Y a su vez, pienso que no me ha restado en nada. Es una decisión que he tomado yo porque sé que me va a sumar. Todo lo que he pasado me hace sentir que ahora cualquier cosa que consiga, por mínima que sea, es para sumar. Vengo de recorrer un camino muy largo, de no tener nada, y lo poco que consigo hoy día me gusta valorarlo.

Nickzyy en las calles de Bilbo. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Nickzyy en las calles de Bilbo. (Aritz LOIOLA/FOKU)

Para aquellos que no estén puestos en música urbana, ¿cómo les definiría la música ‘drill’?

El ‘drill’ es un estilo musical urbano en el que yo no me termino de incluir. A mí me gusta tratar temas personales, hablar de sentimientos y meterle más «romantiqueo», pero el ‘drill’ suele versar sobre temas de la calle. Es parecido al rap o al trap, pero más callejero.

La mayoría de artistas de ‘drileros’ son muy jóvenes. ¿A qué se debe su éxito entre la juventud?

Es el estilo que nos permite abrirnos las puertas a la música. A mí, por ejemplo, me gusta más el ‘drill’ «cantado», pero hay diferentes estilos: entonado o rapeado. Al ser un ritmo tan lento te permite desenvolverte, ponerle tu marca. Además, es un estilo que todavía está en sus inicios, falta mucho por pulir y eso favorece que innovemos. Siento que es un estilo que va a mantenerse durante muchos años.

Sobre todo en el Reino Unido, se ha asociado la música ‘drill’ con la delincuencia juvenil. ¿Qué les diría a los que usan su música para hacer un alarde de violencia?

Les diría que no es necesario. Hablar en tus canciones de que vas a matar a alguien no es algo de lo que estar orgulloso. Presumir tu delincuencia no tiene ningún sentido, porque hay gente que sufre violencia de verdad, lleva una mala vida en la calle, y no entiende que otros puedan vanagloriarse de ello.

Es cierto que la esencia del ‘drill’ es esa, hablar de las vivencias de la calle, y yo también tiro mis barras crudas. El ritmo es así y te incita a meter algo de eso, pero hay maneras que no son las adecuadas.

«La esencia del ‘drill’ es hablar de las vivencias de la calle, y yo también tiro mis barras crudas»

Una de las características del ‘drill’ británico es ostentar de coches, ropa cara, joyas o dinero.

Es cierto que en algunos videoclips sacamos coches y ropa de marca. A mí me encanta la moda, llevar chándal y ropa de marca es nuestra imagen. También me gustan los colgantes, es fruto de mi sangre latina, pero en ningún caso presumo de ello, lo llevo disimuladamente y no lo enseño en cámara. Mis logros me los guardo para mí.

La gente que me escucha sabe de dónde vengo y lo hacen desde la humildad. ¿Cómo voy a ir ahora a presumir de dinero, si me han visto cuando no tenía nada? Por eso siempre digo que hay que recordar de dónde viene uno.

Dentro de la música urbana, ¿recoge el ‘drill’ de una forma mayor el descontento entre los jóvenes, en especial aquellos de clase trabajadora?

Es posible, porque cantamos las mismas vivencias que esos chavales, cantamos a la vida real. Es debido tanto a lo que hablan nuestros temas como a las «vibras» que transmiten los ritmos, y a los jóvenes les gusta. Ellos lo están haciendo cada vez más grande. Cuando una música gusta a tanta gente, significa algo.

Por su parte, usted se desmarca del estilo más ortodoxo, apostando por el ‘drill’ melódico.

Dentro del propio ‘drill’ están saliendo diferentes ritmos. Y entre ellos, a mí el que más fácil se me hace es el ‘drill’ melódico, porque me gusta cantar encima de la base y lo llevo más por esas aguas. El ‘drill’ melódico también es, como he dicho antes, un ‘drill’ más romántico, que es como yo lo entiendo.

Preparando el nuevo disco ha tenido que alejarse un poco de Bilbo, pero todavía sigue al Athletic desde la distancia. ¿Qué relación tiene con el equipo zurigorri?

Desde que llegué aquí con 10 años siempre me han aplicado que tenía que ser del Athletic, y así ha sido en parte gracias a mi padrastro, que es muy athleticzale. Me encanta su filosofía, el cariño que tiene la gente por el club y cómo viven el fútbol en general. Esto es algo que cuando llegué me llamó mucho la atención, se vive casi como si fuera una religión.

Hoy en día siempre que puedo sigo yendo al campo, y los únicos partidos que veo por la tele son los del Athletic. No me gusta el fútbol, me gusta el Athletic. Se mueven muchas emociones, el fútbol es distinto aquí.

«No me gusta el fútbol, me gusta el Athletic; se mueven muchas emociones, el fútbol es distinto aquí»

Uno de sus temas más conocidos es, precisamente, el que se titula ‘San Mamés’. ¿Cómo surgió la idea de componer este tema, al lado de The Poing?

‘San Mamés’ tiene una ‘vibra’ muy alegre, está pensado para que la gente se lo goce. Cuando grabamos la canción con Rakeem lo hicimos pensando en nuestra gente de Bilbao que nos lleva apoyando desde el principio y le gusta nuestra música, para que vieran que estamos con la ciudad. Cuando sales fuera no hay nada más bonito que representar a tu ciudad, que en muchos casos es donde más cuesta que te apoyen. En nuestro caso, Bilbao nos ha dado un cariño inmenso y se lo queríamos devolver.

Le propongo un objetivo a largo plazo: llenar San Mamés para uno de sus conciertos.

Sería un sueño. Si algún día lo consigo, ya puedo retirarme.