24 NOV. 2023 - 20:20h Alimentación del bebé, siempre en cuestión La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como objetivo de nutrición que el 50% de los lactantes reciban leche materna de forma exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Una meta que choca con la realidad por distintos motivos, que la autora aborda en este artículo. Xandra Romero Existe la sensación, probablemente muy cierta, de juicio hacia las mujeres que deciden no amamantar a sus bebés y alimentarlos con leche de fórmula. También, seguramente, sin intención de juzgar, se cuestiona a aquellas que, por dificultades varias, no pueden dar el pecho a sus bebés. Sin embargo, también la lactancia materna exclusiva (LME) suele ser crudamente juzgada y cuestionada, no solo por el entorno social, sino, en ocasiones, por el sanitario. Entonces, si no ‘podemos’ dar biberón ni pecho, ¿cómo alimentamos a nuestros hijos? Más allá de la mala costumbre de juzgar y comentar lo ajeno, probablemente haya una base de trato infantil y paternalista hacia la mujer especialmente durante el embarazo, parto y posparto, que conduce a este tipo de violencia obstétrica, también durante la lactancia. De modo que, a pesar de que la evidencia científica ratifica que el apoyo a la LME ofrecido a las mujeres aumenta su correcta instauración, duración y exclusividad, y de que todas y cada una de las asociaciones y organizaciones de salud recomiendan la LME durante mínimo los primeros 6 meses y hasta los 2 años del bebé, la realidad es que resulta harto complicado establecerla y mantenerla según las recomendaciones. A consecuencia de ello, en el Estado español, las tasas de este tipo de lactancia son solo del 28%, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido como meta global de nutrición que al menos el 50% de los lactantes reciban leche materna de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de vida. Pero, ¿qué factores clave inciden directamente sobre este hecho? En primer lugar, los factores asistenciales ya que, según el último informe del Ministerio de Sanidad, en el Estado español hay menos de 20 hospitales (3,1 % del total de hospitales y maternidades) con acreditación IHAN, esto es, la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia de la OMS y UNICED, que acredita las prácticas estándares mínimas para promover y proteger la LME en los servicios de salud. Y, en segundo lugar, el escaso apoyo, en muchas ocasiones, del propio personal sanitario y que se debe, según informan sendos estudios, a la escasa formación en lactancia materna de los sanitarios. Esto conduce muy frecuentemente a la emisión de mensajes erróneos hacia las mujeres. Tanto es así que la inadecuación de los profesionales de la salud para resolver los problemas de lactancia materna (muy habituales) por falta de conocimientos y habilidades se ha identificado como uno de los factores negativos clave para el establecimiento y mantenimiento de la misma.