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OpenAI crea un clonador de voces, pero no lanzará su tecnología al público por sus riesgos

Clonar voces humanas reproduciendo un sonido «realista» ya es posible gracias a Voice Engine, modelo de inteligencia artificial creado por OpenAI. De momento, su uso queda restringido a unas pocas empresas de tecnología, para evitar posibles usos indebidos.

Pantallas con los logotipos de OpenAI y ChatGPT. (Lionel BONAVENTURE | AFP)

La empresa de inteligencia artificial (IA) OpenAI ha explicado que mediante su modelo Voice Engine puede clonar voces humanas reproduciendo un sonido natural «emotivo y realista» usando una muestra de 15 segundos, pero que aún no lanzará la tecnología al público general, ya que sería demasiado arriesgado.

«Reconocemos que generar un discurso que se asemeje a las voces de las personas conlleva serios riesgos, que son especialmente importantes en un año electoral», han apuntado en un comunicado los creadores de ChatGPT.

Voice Engine es un nuevo modelo de IA que puede convertir texto a voz para crear voces sintéticas, que, según la compañía, pueden permitir que los creadores de contenidos puedan traducir su trabajo en otras lenguas sin perder sus acentos nativos y ayudar a las personas con problemas de comunicación verbal a usar su voz para, por ejemplo, llamar por teléfono.

En uno de los ejemplos que da la empresa se puede escuchar como la voz de una anglosajona se tradujo al castellano, mandarín, alemán, francés y japonés conservando el acento nativo de la persona.

Por el momento, las empresas que pueden acceder a esta tecnología son la empresa de tecnología educativa Age of Learning, la plataforma de narración visual HeyGen, el fabricante de software de salud Dimagi, el creador de aplicaciones de comunicación de inteligencia artificial Livox y el sistema de salud Lifespan.

«Estamos adoptando un enfoque cauteloso e informado para una publicación más amplia debido al potencial de uso indebido de la voz sintética», ha indicado la empresa en un comunicado donde además apunta que las empresas con las que trabajan han aceptado sus políticas de uso. Entre esas reglas está que no se use la voz de alguien sin su consentimiento o que hay que indicar a los usuarios que son voces sintéticas.

«Finalmente, hemos implementado un conjunto de medidas de seguridad, que incluyen marcas de agua para rastrear el origen de cualquier audio generado por Voice Engine, así como un monitoreo proactivo de cómo se utiliza», añade OpenAI.

Este año electoral en Estados Unidos ya se han dado casos de llamadas automáticas con voces clonadas de políticos como el presidente Joe Biden. Otro gran problema de las voces sintéticas generadas por IA es que los estafadores las podrían usar para acceder a cuentas bancarias que utilizan autenticación de voz.