02 AVR. 2024 - 19:04h La OMS lanza su asistente sanitaria virtual Sarah, dotada con inteligencia artificial La Organización Mundial de la Salud ha presentado este martes su nueva asistente virtual desarrollada con inteligencia artificial (IA) para «ayudar a la ciudadanía a tener hábitos saludables y prevenir enfermedades». Sarah, la asistente sanitaria virtual con IA de la OMS. (OMS) NAIZ Sarah, acrónimo de 'Smart AI Resource Assistant for Health', es el nuevo asistente virtual desarrollado por la OMS con el fin de «ayudar a la ciudadanía a tener hábitos saludables y prevenir enfermedades». Puede ser consultada a cualquier hora del día, a través de ordenadores, celulares u otros aparatos con conexión a la red, e informa también sobre salud mental o factores de riesgo de las principales causas de muerte, incluyendo cáncer, enfermedades cardíacas o diabetes. «Puede ayudar a la gente a acceder a datos actualizados sobre cómo dejar de fumar, permanecer activo, tener una dieta sana o reducir el estrés», ha destacado un comunicado de la agencia sanitaria de Naciones Unidas. Aunque la OMS asegura que Sarah maneja ocho idiomas, todavía no está lo suficientemente avanzado en algunos de ellos, y la misma aplicación recomienda usar de momento el inglés para las consultas. La asistente virtual, desarrollada por la firma Soul Machines Biological AI, es una evolución de Florence, una antecesora que daba consejos en la red sobre vacunas y otros conocimientos sanitarios durante la pandemia de covid. Sarah se lanza a pocos días del Día Mundial de la Salud (7 de abril), en el que la OMS celebrará su 76º aniversario, y muestra, según el organismo, «las muchas posibilidades que la inteligencia artificial puede abrir en el mundo futuro, aunque reconoce que este avance tecnológico tan en boga también entraña riesgos». «La IA tiene un gran potencial para fortalecer la salud pública, aunque por otro lado genera algunas preocupaciones éticas, en torno a temas como el acceso igualitario a su tecnología, la privacidad y protección de datos, su seguridad y exactitud, y sus posibles sesgos», ha indicado la OMS.