GAIAK
Entrevue
Asier Etxeandia y Enrico Barbaro
Mastodonte

«En esta sociedad es muy jodido ser libre»

La banda formada por el artista bilbaino Asier Etxeandia y el músico napolitano Enrico Barbaro regresan con ‘Belleza y perdón’, el título de su nuevo disco y del espectáculo que acaban de estrenar en el Teatro Barakaldo y que este domingo presentan en el Victoria Eugenia de Donostia. 

Asier Etxeandia y Enrico Barbaro. (Alfonso CORTES CABANILLA | LA CAÑA BROTHERS)

Para comenzar, ¿cómo vivieron el estreno del nuevo espectáculo, en Barakaldo, el pasado 6 de abril?

Asier Etxeandia: La verdad es que parece que la vida rima. Cuando algo te importa tanto y hay tanta ilusión y ganas de que todo salga bien uno está más nervioso, pero había un público maravilloso, familia, amigos… y además, el Athletic ganó, así que, ¿qué más se puede pedir? Para nosotros fue una sensación de que lo que teníamos en la cabeza servía para algo, y de que nuestro discurso funciona, porque hasta que no tienes testigos no sabes si lo que estás haciendo es una locura y en Barakaldo vimos que el público lo entendía, y a su vez nosotros lo entendíamos con el público. Fue como que todo se fue armando ahí, fue muy emocionante.

Cuéntennos cómo se planteaban este show.

A.E.: Últimamente hemos pasado por momentos complicados, porque no es fácil estar en la industria musical. Y hemos llegado a un punto en que hemos decidido utilizar todo eso como caldo de cultivo y como material para trabajar y hablar sobre la verdad que, aparte de ser el título del primer single, es el leit motiv del show y del disco, que se titula ‘Belleza y perdón’, porque son dos términos importantes que nos ayudan a contar una historia

Enrico Barbaro: La belleza y el perdón son las cosas que más nos hacen llorar, normalmente. Esa angustia de la belleza… porque, sin entrar en cosas demasiado sentimentales, componer una canción y hablar de las cosas que te tocan de verdad, buscar los arreglos y la instrumentación… eso es buscar la belleza. Yo tenía muchas dudas en el estreno, por estar tocando canciones que todavía no había escuchado la gente, que estaba reaccionando por primera vez ante esos temas. Pero me ha resultado interesante porque, después de toda esa inquietud, hemos visto que funcionaba.

«Queremos encajar en alguna tribu, pero yo ya me he cansado de intentar ser aceptado. Hay algo que me divierte mucho más y donde quiero jugar: mi imaginario»

¿El hecho de presentar la parte visual antes de sacar el disco era una especie de experimento o una manera de hacer las cosas contra corriente?

E.B.: En el fondo, aunque sea inconscientemente, siempre ha sido así; siempre hacemos las canciones pensando cómo las vamos a poner en escena, porque luego la escucha es muy personal, de cada uno. Que funcione un disco tiene mucho que ver con el momento y el estado de ánimo del oyente, pero poder crear un show y buscar una forma de que esto entre de una manera directa al corazón es algo muy emocionante; y eso es lo que nos gusta hacer, aparte, lógicamente, de hacer canciones de verdad… luego si son buenas o malas ya lo decidirá quien las escuche. Y todo esto no lo hacemos, como es obvio, con un objetivo comercial, ya que ni siquiera tenemos una discográfica. Así que lo que buscamos, sobre todo, es que nos divierta todo lo artístico que tiene que ver con cómo mostramos lo que nos nace de dentro, porque es algo muy motivador.

¿Sería imposible concebir la música de Mastodonte sin esa parte visual o escénica?

A.E.: Y qué aburrido sería hacer sólo una cosa, ¿no? ¿Por qué no poner todas las herramientas que uno tiene para transmitir lo que quiere? En mi caso tengo la suerte de tener a mi lado al mejor músico del mundo, que es Enrico, que me permite desarrollar ese mundo musical que tengo y en el que nadie creyó, y llevarlo a lugares brutales. Sé que yo, en realidad, lo único que puedo aportar es mi conocimiento escénico y creo que, más allá de cualquier prejuicio, hay que saber juntar las disciplinas y jugar… porque esto es un juego.

E.B.: …pero no es lo único que puedes aportar, tienes muchísimas cosas más, porque tienes un talento increíble y una visión de las cosas muy diferente, para poder llegar a las personas con lo que haces.

(Alfonso CORTES CABANILLA | LA CAÑA BROTHERS)

De momento, solo hemos podido escuchar ‘La verdad’, un tema donde pasan del cabaret al rock duro, sin ningún tipo de prejuicios… pero es que así tiene que ser la música, ¿no?

A.E.: Pero no solo la música, sino cualquier aspecto de la vida. Y normalmente no es así, porque queremos encajar en alguna tribu y ser aceptados en algún lugar. Pero yo ya me he cansado de intentar ser aceptado, he visto que hay algo que me divierte mucho más y donde quiero jugar, que es mi imaginario, que me entretiene y me sorprende, y que no tiene prejuicios… o por lo menos intenta no tenerlos, y veo que ese es un buen lugar donde trabajar.

¿Ese es el mensaje de la letra de este primer single?

A.E.: ‘La verdad’ no es un tema que musicalmente defina lo que es el disco, pero sí que, para nosotros, narraba un estado de ánimo muy concreto, y el que lo pille lo pilló. En esta sociedad es muy jodido ser libre, y la letra de esta canción era como decir: «la vida es una mierda, estoy jodido… y no pasa nada, no soy tan libre como intento hacer ver, no soy perfecto». Es que ya, con 50 años, no quiero aparentar cosas que no son, me gustaría que esto me sirviera a mí también para poder lidiar con ello y que ponerlo en escena fuera como una especie de acto psicomágico, que nos haga más libres de verdad.

E.B.: Además, el contraste entre la parte melódica y la letra es brutal, porque esa música circense pretende ser algo alegre y positivo, pero si lees la letra por separado ves que es muy dura, porque decir de esa forma que estás totalmente roto, es algo tremendo y muy potente. 

Por cierto, es una canción que llega acompañada de un magnífico videoclip o película, por el que tenemos que felicitarles…

A.E.: Gracias, es muy importante para mí, porque al principio todo el mundo me decía que era una flipada. Pero tenemos la suerte de tener gente cerca que, cuando Mastodonte tiene una idea, nos apoya aunque sean auténticas locuras, que acaban haciendo realidad.

La historia es que llegó un momento en que nosotros mismos vimos que esta canción, para ser entendida, requería una película, porque yo, que siempre funciono con imágenes, me había imaginado para esta canción a ese Pierrot que habita en nosotros y que es el que lleva la verdad, y no el que está de cara a la galería. Había mucha gente que quería participar y lo hicimos prácticamente en una noche, con muy pocos medios más allá de la ilusión que había en todos los que tomaron parte en ello. Y así ocurrió el milagro porque, como te decía antes, tenemos suerte de estar muy bien rodeados de gente que vive el arte igual que nosotros.

«Me encantaría ser misterioso y saber hacer eso de ‘menos es más’, pero hago lo que me sale, lo que soy y lo que sé que es más de verdad; si no, estaría mintiendo»

Dentro de ese gran elenco, me gustaría destacar a la actriz de Barakaldo Nur Olabarria. ¿Cree que está en su mejor momento artístico?

A.E.: A mí me emociona muchísimo lo de Nur, que es amiga mía desde que empezamos a estudiar teatro juntos, en la adolescencia. De repente, ella ha hecho un cambio en su vida muy potente, como actriz es inconmensurable y me enorgullece ver todo lo que la está pasando. Me enseña y me emociona cada día, estoy viendo cómo crece y solo puedo decir «qué pedazo de actriz… ¡y de ser humano!». Para ser actriz hay que ser inteligente emocionalmente, haber pasado ciertas cosas y haber vivido, y Nur está ahora en su momento.

¿Y, como músico, a usted qué le ha parecido esta parte visual de ‘La verdad’, Enrico?

E.B.: A mí Asier siempre me sorprende con sus ideas, porque yo soy mucho más comedido, pero me gustaba mucho eso de poner imágenes a la canción para que se entendiera, y aunque todo va muy rápido y a lo mejor hay que verlo varias veces, creo que está muy bien contado.

A.E.: … es que a Enrico siempre le parece demasiado todo lo que hago (risas).

¿A lo mejor es que le gusta ser siempre excesivo en todo lo que hace?

A.E.: ¡Qué va! A mí me encantaría ser misterioso y saber hacer eso de ‘menos es más’, pero es lo que me sale, lo que soy y lo que sé que es más de verdad, porque si lo intentara hacer de otra forma para agradar a los demás, estaría mintiendo.

E.B.: Lo que funciona en Mastodonte es que conseguimos ponernos de acuerdo porque, de alguna manera, mis dudas podrían limitar la infinita variedad de ideas de Asier y frenarle en algunos momentos, y de la misma forma, él me estimula a hacer cosas valientes. Y en ese punto encontramos el equilibrio entre el minimalismo y el maximalismo… o la locura (risas).

A.E.: Eso es, aunque en muchos aspectos seamos muy diferentes, nos venimos muy bien el uno al otro.